No ha sido una carrera fácil para las nuevas escuderías. De los ocho coches puestos en pista por Sauber, Virgin Racing, Lotus F1 Racing y Hispania F1 Racing Team, tan sólo dos ha podido finalizar el Gran Premio de Bahréin. Cosas del destino, los dos monoplazas que han finalizado son los de la escudería anglo-malasia con Heikki Kovalainen en una más que meritoria decimoquinta posición y Jarno Trulli, decimoséptimo.
En resumen, podemos decir que Kovalainen y Lotus son los primeros líderes de la Copa Cosworth. Un termino acuñado por la prensa y que tiene origen en la obligación de la FIA de que todos los nuevos equipos contaran con los propulsores británicos. A Sauber habría que sacarle de este selecto grupo pero dados los problemas que han tenido, igual su posición real no es tan arriba como esperábamos.
Los problemas hidraúlicos han sido el principal mal de los nuevos. Los dos monoplazas de Sauber y el Virgin Racing de Timo Glock han tenido que abandonar por ese motivo mientras que Lucas Di Grassi se quedaba tirado en medio del circuito con problemas en su caja de cambios. Hay que recordar que Virgin Racing no optó por la caja de cambios de X-Trac que venía en el paquete Cosworth sino que decidió desarrollar la suya propia.
Los problemas de Hispania F1 Racing Team fueron más graves. Bruno Senna abandonaba con el motor Cosworth de su monoplaza envuelto en un preocupante humo blanco mientras que el abandono de Karun Chandhok sigue siendo la incógnita del gran premio Si se confirma el accidente, su morro tenía claros síntomas, el indio tendrá el honor de ser el único piloto en estamparse en el primer gran premio del año.