Estamos de enhorabuena para la carrera que se disputará este domingo en China. ¿Por qué? Pues porque al parecer, según declaraciones de todos los pilotos, la elección de las gomas super blandas y medias por parte de Bridgestone pueden hacernos volver a disfrutar de diferencias de rendimiento considerables como las vividas en el espectacular final en Australia.
Se teme mucho por el resultado de los neumáticos super blandos en un asfalto que tiende a degradar las gomas, especialmente las delanteras, como el del circuito de Shanghai. Se trata de los mismos super blandos que nos dieron el espectáculo en Melbourne, aunque no todo el mundo apuesta por el espectáculo, como Nick Heidfeld: "Puede que sea bueno para el espectáculo, pero para mí, como piloto de Fórmula Uno, no sólo importa el espectáculo, sino que también debería haber algo de sentido común, y no siempre parece que lo hay".
Fernando Alonso ha ido un pelín más lejos en sus declaraciones sobre los compuestos: "Creo que es la peor decisión que han tomado en mucho tiempo, porque éste es un tipo de neumático ridículo para este circuito". Pedro De La Rosa nos ha aportado su siempre interesante apunte técnico: "Con el neumático súper blando que Bridgestone traerá aquí el ''graining'' trasero y delantero será incluso peor que el de Australia, por lo que seguro que todo el mundo tratará de acortar al máximo su último ''stint'' con este neumático".
Sea como sea, y pese a las críticas de la GPDA, a mí la verdad es que esta nueva elección de gomas me gusta bastante. Al final, el mismo problema lo tienen todos los pilotos, y el saber gestionar ese stint infernal que todos saben que tendrán en esta carrera también tiene su qué. Ahora bien, por otra parte, también pienso que la FIA tendría que escuchar un poco más a la GPDA, ya que al final ellos son los que realmente saben de qué están hablando.