No sólo los equipos de futbol y las empresas mal administradas parece que entran en ley concursal. Lola, uno de los grandes constructores del mundo de la resistencia y de los circuitos ha sido el último en unirse a este gran grupo. Algo que sin ir más lejos ya le ocurrió hace 15 años tras una época también de crisis económica dentro de la empresa y el fallido proyecto del Lola Mastercard.
A partir de ahora será un administrador puesto por el gobierno de Gran Bretaña que se encargará de revisar todas las cuentas y gestionar el equipo hasta encontrar un comprador interesado que quiera hacerse con la empresa. Además los pagos a los acreedores serán suspendidos. Los directivos de Lola han culpado de esta situación a los nuevos presupuestos aprobados por el mismo gobierno, y en los cuales se eliminan algunas ayudas para investigación y desarrollo, de las cuales se beneficiaban.
Vía | Autosport