No hay duda de que el accidente de Loïc Duval en las pruebas previas a las 24 horas de Le Mans fue terrible. El tremendo golpe le dejó fuera de la carrera más importante del WEC, además de perderse también la tercera ronda de la Super Fórmula. Ahora, dos meses después, Duval está recuperado y tomará parte en la cuarta cita de la Super Fórmula en Motegi.
El piloto francés dejó su volante a Andrea Caldarelli, que ilusionó al equipo con una espléndida pole position en Fuji. La carrera fue algo más floja y al final tuvo que abandonar con problemas técnicos. Buena actuación para el italiano, que tendrá que devolver ahora el volante a su propietario habitual, el piloto que lideraba el campeonato antes de la última carrera.
La FFSA (Fédération Française du Sport Automobile) no dio el visto bueno para que Duval compitiera en la anterior carrera, en julio, pero sí lo ha dado ahora para finales de agosto. Por lo tanto, el tercer clasificado de la general en la Super Fórmula vuelve a la carga y con más ganas que nunca, como él mismo afirma.
La frustración de ver como sus rivales competían y como su coche era competitivo el fin de semana que él no estuvo le hacen volver con ganas de darlo todo en Motegi la semana que viene. Puesto que ocupa la tercera posición de la general solo por detrás de los dos pilotos del equipo TOM'S, la lucha por el campeonato no es solo un sueño.
