Por naturaleza, he de reconocer que soy muy optimista. Es algo que me sale prácticamente sin pensar. En el momento que sale algo negativo, mentalmente y sin ningún tipo de remedio, le estoy buscando la vuelta para ver los pros que puede tener dicha situación. Más o menos esto me pasa con el Mundial de Rallyes. Sin embargo hay muchos aspectos, o mejor dicho defectos, que no puedo pasar por alto ni siquiera yo.
El primero de ellos es la escasa difusión que sigue teniendo este campeonato. A pesar de tener uno de los años más emocionantes el WRC ha ido pasando a un plano secundario con el tiempo y la perdida de emoción a la hora de coronar el nuevo campeón parece haber sido uno de los grandes precursores. En el otro extremo, nos encontramos la Fórmula 1. Allí Briatore, Alonso y compañía no terminan el día sin aparecer en una veintena de medios de comunicación mientras que del Mundial no se habla ni un solo minuto. No hay que olvidar que haces años eran las hazañas de Sainz y McRae las que ocupaban gran parte de estas secciones deportivas. Ahora, con la llegada de Motors TV, entramos en los que parece ser una nueva época. Esperemos que la cadena francesa este más acertada a la hora de retransmitir el campeonato. A pesar de que en este caso estoy a favor del “Mejor conocido…”, en mi interior hay una personita que espera que esta cadena de con la tecla y se centre mejorando la cobertura de los rallyes. Por su parte hay que destacar que la ISC ya se ha puesto manos a la obra innovando la cobertura por Internet y otras webs secundarias, como por ejemplo Youtube.
Otro de los puntos destacados lo podemos encontrara en la pobreza, en cuestión de números y pilotos, que puebla cada día más las listas de inscritos de las pruebas mundialistas. Es que las comparaciones son odiosas y viendo los participantes de rallyes como San Remo o Barum, pertenecientes al Intercontinental Rally Challenge, y las del Cataluña o Gran Bretaña dan ganas de literalmente echarse a llorar.
El número de marcas presentes también debe ser a la fuerza un punto en el que hacer cierto hincapié. El campeonato de equipos se ha vuelto más que nunca en una cuestión de dos. Desde 2007, Ford Y Citroën con sus equipos oficiales a la cabeza, se han repartido absolutamente todas las victorias hasta la fecha. Además tras la retirada de los dos últimos japoneses participantes, Subaru y Suzuki, solo están acompañadas por sus propios equipos semioficiales o privados. En el caso de Ford, con Stobart y Munchis, mientras que Citroën solo cuenta con su Junior Team.
Caso similar el que nos encontramos en el apartado de los pilotos. La escasez de equipos oficiales reduce las posibilidades a muchos pilotos, y en concreto a las jóvenes promesas que requieren, además de manos, un gran presupuesto para correr y dejarse ver. Un claro ejemplo de ello lo volvemos a encontrar en el IRC donde poco a poco han ido emigrando gente como Meeke, Kopecky o Hanninen. No hay que ir tan lejos para observar lo difícil que se le puso también a Petter Solberg para participar durante esta temporada a pesar de contar con un titulo Mundial en su palmarés y un nombre dentro de esto de los rallyes. Solo queda decir que esperemos que la situación se revierta y empecemos a ver más espectáculo proveniente de los tramos.
En Racingpasión | Lo mejor de 2009