La isla de las flores siempre nos deja año tras año muy buenas y espectaculares imágenes en uno de los rallyes más bonitos del Intercontinental Rally Challenge. Este año los accidentes además han tenido varios protagonistas. El primero de ellos ya lo pudimos ver el viernes. Bruno Magalhães se quedaba sin presión en el pedal del freno y solo podía intentar parar su desbocado Peugeot 207 S2000 a base de freno de mano. Como resultado una espectacular salida de pista que se saldó afortunadamente con los dos ocupantes ilesos.
Pero lamentablemente no fue el único. Luca Rossetti volvía al campeonato internacional demostrando que no se le había olvidad esto de correr y tras plantar cara durante casi un día a Freddy Loix sufría un toque contra el muro que dejaba prácticamente destrozado a su Abarth Grande Punto. Sin embargo el accidente del italiano quedaba prácticamente eclipsado por el “pequeño” percance con el motor del Ford Fiesta que tuvo Bernardo Sousa.
El portugués veía cómo en mitad del tramo su montura comenzaba a arder sin ningún motivo. Tras apagarlo a base de gastar un extintor entero intentaba reemprender la marcha encendiendo de nuevo el coche sufriendo de nuevo un conato de incendio que nos hacia recordar a lo ocurrido con François Duval cinco años antes. También Juho Hänninen tenia problemas para mantener su Fabia en la trazada después de entrar en la zona en la que el motor del coche de Meeke decía finalmente basta.
