Es complicado analizar el Rally de Gales 2013 sin pisar el resumen de la temporada del Mundial de Rallyes que arrancaremos la semana que viene en MotorpasionF1. Y lo digo más que nada porque la última prueba del año pareció un archivo comprimido de lo visto en los últimos once meses, para lo bueno y para lo malo.
Seamos sinceros: ¿qué decir ya de Sébastien Ogier? Es el nuevo jefe de este certamen y hace lo que le da la gana, cuando le da la gana y como le da la gana. Un poco como lo que decía Andrés Montes de Shaquille O'Neal en su día. Las dudas de Volkswagen proceden en todo caso de Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen. Ambos parecen haber espabilado según avanzaba la temporada, ¿pero eso basta? Menos errático que en Ford, Latvala puede servir más que de sobra como segundo piloto, especialmente con la superioridad demostrada por el Polo R WRC este año, pero desde el punto de vista del aficionado parecería un desperdicio de piloto: el finlandés apuntaba a mucho más que un simple súbdito.
El caso de Andreas Mikkelsen tiene aún más delito, por mucho que yo parezca tener debilidad por los noruegos que no sea apellidan Solberg. El tercer piloto de Volkswagen hizo una jornada de sábado más que notable y parecía capaz de disputarle el podio a Thierry Neuville para mostrar así que al fin había espabilado, pero ya se encargó de destrozarnos tal ilusión con dos trompos, librada de escándalo mediante, el domingo, perdiendo ya de paso el cuarto puesto. Me imagino que en Wolfsburgo se regirán por el principio de "si algo funciona no lo toques" porque si no...
El belga demostró que ha alcanzado ya el punto de madurez necesario al dejar escapar a los Volkswagen tras unos primeros tramos brillantes sin inquietarse cuando Andreas Mikkelsen se le acercó. Y ya de paso se llevó los puntos de la Power Stage sin sustos de por medio. Chapeau. Mads Ostberg no hizo mal rally y con una gran jornada de domingo acabó en cuarta posición, pero sabiendo lo bien que fue en terrenos deslizantes durante 2012 sabe a muy poco. De Evgeny Novikov o la espantá de Nasser Al-Attiyah mejor ni hablamos...
Si lo de Dani Sordo y Mikko Hirvonen entra dentro de la tónica habitual de la temporada, sí que me gustaría aprovechar esta tribuna para excusar al piloto polaco. Cambiar de copiloto y de idioma de notas ante tu debut con un World Rally Car en el Mundial y en una prueba tan delicada como Gales no parece ni mucho menos la mejor aproximación. Se la pegó dos veces, pero al menos demostró tener velocidad. Con un poco más de estabilidad, quién sabe...
Con todo el pescado vendido en todas las categorías, poco se puede rascar de WRC-2 y WRC3/Citroën Top Driver. En la primera el triplete de los Ford Fiesta R5 demuestra que esta categoría puede dar muchas alegrías en el futuro si los fabricantes se dignan a mover el culo y no posponer trimestre tras trimestre la comercialización de sus coches, mientras que la(s) monomarca(s) de Citroën demuestra(n) que Francia sigue teniendo cantera. Esta vez le tocó brillar a Quentin Gilbert.
Por último, es necesario mencionar a SIT. Me creo que, como han dicho, sufrieran un ataque informático que impidiera la publicación de tiempos oficiales el domingo, como me creo que algunos no le han puesto las cosas fáciles. Pero no es normal que hayan fallado tanto y con excusas tan variadas durante todo el Mundial. Gales, con excusas o sin ellas, no ha sido la excepción, por desgracia.
