Podía tardar más o podía tardar menos, pero parece que va a llegar definitivamente. Por fin la FIA se ha dado cuenta que de nada vale restringir el desarrollo de diversas áreas de los monoplazas como camino para alcanzar la reducción de costes que haga de la Fórmula 1 un deporte donde gane el mejor, y no el más rico. Según las últimas informaciones, Max Mosley ya tiene entre ceja y ceja la limitación presupuestaria para las escuderías de Fórmula 1.
Por lo menos eso es lo que anuncia la edición digital de la revista alemana Auto, Motor und Sport, que señala además que el tope presupuestario podría estar en los 150 millones de dólares. Se dice también que Mosley ya habría comunicado sus intenciones en una reunión mantenida con los 11 equipos en París, y al parecer sólo faltaría acabar de acordar la cifra tope exacta en una reunión que se llevará a cabo el próximo mes de febrero. En la cifra tope del presupuesto, no se incluirán los gastos derivados de los motores, ya que hay equipos que diseñan y construyen sus propios motores, mientras que otros los compran directamente a los fabricantes. Sólo hay un equipo que se ha mostrado en contra de esta medida: Ferrari. La tarea de Mosley ahora es intentar firmar un contrato vinculante entre los equipos y la FIA, y a partir de entonces, empezar a crear un órgano de control que sea capaz de supervisar el cumplimiento de los topes marcados.
Ya lo decíamos cuando Honda salió en defensa del tope presupuestario, y lo vuelvo a decir ahora: ésta es la única manera real de parar el gasto desorbitado en la Fórmula 1. Lo que se ha venido haciendo hasta ahora en nombre de la reducción de costes ha sido una chapuza para el deporte. Capar la tecnología no es el camino, y nunca es tarde para rectificar. Aunque mucho cuidado: nadie ha dicho que vayan a dar libertad de desarrollo en campos hasta día de hoy intocables. ¡Eso ya sería demasiado!
Vía | El Mundo