Pasa a menudo en España y pasa en todo el mundo. Hasta que no sucede algo, no se toman medidas para evitar que algo así pueda suceder. El pasado domingo, Gustavo Sondermann falleció en el circuito de Interlagos, en la curva do Café (la curva de gran velocidad antes de la recta de meta) tras sufrir un fuerte accidente. Ahora, parece que se han puesto manos en el asunto
Tres años antes, en la misma curva Rafael Sperafico falleció en un accidente similar. Tras chocar contra el muro el coche rebota y acaba en medio de la pista. Ante la imposibilidad de esquivarlo, los pilotos que van llegando acaban impactando contra el vehículo. El accidente de Sperafico hizo que se tomaran medidas. Se modificó la citada curva, colocando barreras blandas de protección que a tenor de lo ocurrido no han funcionado como se pensaba.
Por ello, el máximo organismo del automovilismo brasileño, la Confederación Brasileña de Automovilismo (CBA), ha solicitado a la FIA la presencia de un inspector que determine las medidas para mejorar esa curva. La primera actuación será la de mostrar banderas amarillas en ese punto en el comienzo de las carreras. El siguiente paso, el que debería acabar con la peligrosidad de este punto será el de crear una escapatoria en la curva do Cafe, aunque para ello se tendría que demoler una grada y además contar con el beneplácito de la FIA (homologación de la pista) y de las autoridades locales.
Vía | TheF1.com