Al final del Gran Premio de India, Romain Grosjean y Kimi Ráikkönen protagonizaron uno de los momentos de la carrera. Ambos luchaban por un puesto en el podio con tan solo una parada. Mientras que a Grosjean le había salido bien la jugada, Räikkönen sufría para mantenerse en pista.
Lotus había informado a Räikkönen de la situación y Kimi debía dejar pasar a Romain, pero el finlandés opuso demasiada resistencia con un coche que deslizaba de lado a lado y ambos coches se tocaron, poniendo en peligro un podio un y un cuarto puesto para el equipo anglofrancés. Después de esta situación, Kimi perdió varias posiciones y tuvo que volver a entrar para poner un nuevo juego de medios a solo dos vueltas del final.
En Lotus no están demasiado contentos con la actitud del campeón del mundo de 2007 en las últimas carreras. Hoy, incluso tuvo sus más y sus menos con Alan Permane a través del team radio. El jefe de pista del equipo pidió (o más bien ordenó) al finlandés que dejara libre el camino a Grosjean y éste le respondió un "¡no me grites, joder!". Permane señaló en Sky Sports que el motivo por el que las gomas de Räikkönen no aguantaron fue que éstas habían sufrido demasiado tras Hülkenberg al principio de la carrera.
