Setenta y cinco vueltas para una carrera de NASCAR es como si a un maratoniano hacen un 10.000. Pero así es la primera cita del año para la Sprint Cup de la NASCAR. El Budweiser Shootout sirve para que los pilotos, al menos la mitad de la parrilla, se vayan quitando las telarañas de las vacaciones. La próxima semana comienza el fuego real con los Duels, aunque para repartir puntos tendremos que esperar quince días para la Daytona 500.
Dividida en tres segmentos, la Budweiser Shootout, fue al final para Kurt Busch. Aunque con todos los cambios de numeración y de patrocinadores, igual alguno le ha pillado despistado y no le reconoce. Busch comenzó ayer con su nueva numeración, el 22, mientras que también ha cambiado la cerveza por la gasolina en sus colores.
Aunque para hacer honor a la verdad, la visita tuvo su pizca de polémica. El primero que pasó por la meta, Denny Hamlin, no fue el que celebró el triunfo. En la última curva, el piloto de Joe Gibbs Racing superó a Ryan Newman por debajo de las dos líneas amarillas que delimitan la pista, y como no fue por necesidad, fue sancionado. Adiós victoria. El único representante de Penske ayer en Daytona, Kurt Busch, lograba su primera victoria en esta especie de Supercopa de comienzo de temporada.
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