Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Eso es lo que debió pensar ayer Ken Block después de estar más de dos años sin conseguir una victoria en el Global RallyCross Championship a pesar de tener uno de los mejores coches. La verdad es que la actuación de estadounidense y de su equipo fue digna de alabar en lo que era la última cita de la temporada y tras el gran dominio demostrado por Toomas Heikkinen durante todo el año.
Block sumó 11 de 13 victorias en las carreras que tuvo durante la competición y en la final se impuso al volante de su Ford Fiesta ST RX43 preparado por los británicos de M-Sport al dos veces Campeón del GRC, Tanner Foust y Travis Pastrana. El 199, también acosado durante todo el año por la mala suerte (algo similar a lo que le sucedía a Block, que no lograba pasar de la primera curva en las diferentes finales), consiguió auparse al tercer escalón del podio con su vetusto Dodge Dart.
Por su parte, el ya campeón de este año, ‘Topi’ Heikkinen, tenía que conformarse con la cuarta plaza después de recibir una sanción en forma de Stop & Go durante la final que le dejaba sin prácticamente posibilidades. Aun así, el finlandés ha completado una temporada de ensueño tras el grave accidente sufrido en Los Ángeles en 2012. El año que viene seguro que dará mucha guerra en su vuelta a Europa, y sobre todo con el Mundial de RallyCross en su punto de mira.
En el caso de Ken Block, tanto el propio piloto como M-Sport aseguraban que su asociación en este Global RallyCross Championship seguirá una temporada más tras haber competido hasta el último momento por el Campeonato de Rally America (en el que consiguió junto a su copiloto Alex Gelsomino tres victorias consecutivas) y haber conseguido la tercera plaza de la general del GRC tras los otros dos hombres de Ford, Heikkinen y Foust. Ahora seguro que le toca centrarse en la promoción de su nueva Gymkhana 6.
