Atlanta recibía por segunda vez a la Sprint Cup en lo que va de temporada. Pero contrariamente a aquella primera cita, ésta tenía un papel especial. Con dos carreras antes de comenzar The Chase, los pilotos que se encuentran en el límite, tanto dentro como fuera, se jugaban sus últimas cartas.
Kasey Kahne era uno de ellos. Tras una temporada muy irregular, victoria en Sonoma incluida, gran parte de las posibilidades del piloto de Dodge pasaban por la Pep Boys 500. Y a tenor del resultado, Kahne se aprendió bien la lección. Tras estar gran parte de la carrera en las posiciones de privilegio, tras el último periodo de precaución tomó el mando.
A quien se pudo ver gran parte de la carrera por delante fue a Juan Pablo Montoya. Los últimos resultados del colombiano hacen albergar grandes esperanzas de que lo haga bien en su primera aparición en The Chase. Los principales candidatos al título, Jimmie Johnson y Tony Stewart, guardaron fuerzas y no se les pudo ver por delante.
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