Si esta misma semana la rivalidad de Kyle Busch y Carl Edwards era comparada aquí mismo con la que en su momento tuvieron Senna y Prost, rápidamente ha aparecido un tercer invitado. Jimmie Johnson es posiblemente el piloto perfecto de la NASCAR. Estampa perfecta, doble campeón, dos veces subcampeón, nada de polémicas, piloto de uno de los mejores equipos...
El piloto californiano consiguió en la carrera de casa, disputada en Fontana, la tercera carrera de la temporada, convirtiéndose en una alternativa, real, a los dos dominadores claros, Busch-Edwards. Johnson dominó de principio a fin la Pepsi 500 disputada en el Auto Club Speedway californiano. Saliendo desde la pole, sólo abandonó la posición de privilegio en las entradas en boxes.
En la general cada vez está más claro quien serán los doce aspirantes al título. Clint Bowyer y David Ragan se están jugando la última plaza cuando falta una sola carrera para que comience The Chase. También una última oportunidad para que los que quieren luchar por el título logren 10 puntos de bonus para la fase final.
