Ya se comentó largo y tendido que el DRS podría ser vetado para el Gran Premio de Mónaco, lo cual no deja de ser un manifiesto a la cordura por parte de la organización en caso de que, finalmente, lo prohiban. Y digo “en caso de” porque no me fio ni un pelo, pero lo lógico es que la FIA vea que es inútil un cacharro como este en un circuito que necesita siempre la máxima carga aerodinámica posible. Como para cometer un error y destrozarse contra un guardarraíl.
Jarno Trulli confía en la FIA para que esto no suceda. Al parecer las conversaciones con Charlie Whiting están dando sus frutos y después del fin de semana del Gran Premio de Turquía se tomará la decisión, aunque en mi opinión no entiendo por qué se tarda tanto cuando la seguridad de los pilotos es lo principal, siempre. Debería bastar con saber que en Mónaco no hay espacio suficiente en ningún punto del circuito para aprovechar las ventajas el DRS en maniobras de adelantamiento, y mucho menos hay lugar para ocupar la mente en otra cosa que no sea negociar las curvas del Principado. Trulli confía, pero a mí que tarden tanto en decidir esto me huele a FIA.
Vía | Autosport
