Ahora que se acerca el Gran Premio de Canadá, que se disputará en el Circuit Gilles Villeneuve, sería un buen momento para recordar, en otro de nuestros posts históricos, a Jacques Villeneuve Sr, quien estuvo siempre a la sombra de su hermano. Ante todo, no confundir a Jacques Villeneuve Sr con Jacques Villeneuve, hijo de Gilles, quien se proclamaría campeón del mundo en 1997. El piloto del que hablaremos hoy compitió de forma contemporánea a Gilles Villeneuve, y aunque con menos éxito, no se pueden negar sus dotes de pilotaje.
Los números dirán que en la Fórmula 1 solo intentó clasificarse tres veces, sin conseguirlo en ninguna de ellas, pero su talento fue indudable, aunque su mejor cualidad quizás fue su versatilidad. Como algunos ya supondréis, Jacques Villeneuve comenzó a competir, al igual que Gilles, en carreras de mototrineos en su Canadá natal. Allí encontró también sus primeros éxitos, y ya en 1976 se inscribió en el "Volante Honda Civic", una competición que se disputaba en el Quebec y que contaba con coches idénticos.
Antes de la primera carrera, en sus declaraciones ya se podía intuir, a sus veintitres años, el gen Villeneuve. Explicaba que su único objetivo era ganar la carrera, y que iba a hacer todo lo necesario para conseguirlo... y lo consiguió. En el difícil circuito de Mont Tremblant, donde la Fórmula 1 compitió en el pasado, Jacques, que salía desde la quinta posición de la parrilla, logró una espectacular victoria, remontando desde la séptima posición a la que se vió relegado en los primeros instantes de carrera.
Al final, en la temporada de 1976 se llevaría el título de rookie del año, y en 1977 fue el campeón. Para el año siguiente, participó en las BF Goodrich Honda Series, consiguiendo dos victorias y la quinta posición final. Pero su principal objetivo del año era la Fórmula Ford, en la que compitió en el Jim Russell School Championship, empatando a puntos con el vencedor final, Marc Dancose. Pero el ascenso meteórico del "Tío Jacques", como se le conoce hoy en día, aún no terminaba.
Para 1979, Villeneuve participó en la Fórmula Atlantic, que había visto a su hermano destacar hacía no demasiados años, y con una segunda y una cuarta posición en seis carreras, se convirtió en el rookie del año, otra vez, sorprendiendo a propios y extraños. Pero lo mejor estaba por llegar, claro, y en 1980 y 1981 se proclamó campeón de la Fórmula Atlantic, con cuatro victorias por temporada. A pesar de no haber competido en Europa, se le abrían las puertas de la Fórmula 1, algo que no pudo rechazar.
Quizás por eso fue por lo que el volante que consiguió fue para las dos últimas carreras de la temporada; la gira americana en Canadá (Montreal) y Estados Unidos (Caesar's Palace). A tres segundos de clasificarse en Canadá, como compañero de equipo de Riccardo Patrese en Arrows, el canadiense se llevó su primera decepción. Una lástima, pues la carrera fue bajo una lluvia torrencial que llegó a ver a Bruno Giacomelli, que salía desde la decimoquinta posición, alzarse hasta la cuarta; pudo haber sido su oportunidad.
En Estados Unidos la cosa mejoraría un poco, pero se quedó aún a poco más de un segundo de clasificarse. Segundo y último intento de clasificación con el Arrows, y de nuevo para casa antes de tiempo. En 1982, un año traumático para la familia Villeneuve, Jacques no consiguió ningún volante en monoplazas, y pasó la temporada compitiendo en la Can-Am, con resultados poco destacables. Además, realizó su debut en la CART americana, con una decimocuarta posición como resultado final. La nota positiva la siguió teniendo en sus victorias en los mototrineos.
Su suerte mejoró en 1983, consiguiendo ganar el campeonato de la Can-Am y participando en las 24 Horas de Le Mans, aunque no pudo terminar. Llegando el verano de 1983, y un mes después del primer aniversario de la muerte de su hermano, Jacques recibió la oferta de competir en el Gran Premio de Canadá con un RAM. El equipo RAM se había hecho cargo de lo que quedaba de March. La ironía quiso, por lo tanto, que Jacques pilotara el March número 17, que pilotara el año anterior Jochen Mass. Ese coche con el que Gilles Villeneuve impactó ese fatídico día en Zolder.
El March iría pintado con los colores de sponsors que el mismo piloto canadiense trajo y que permitieron al equipo estar en Canadá, después de no haber competido en Detroit, la carrera anterior. Esta vez faltó poco para lograrlo. Jacques Villeneuve, a diferencia de la primera vez, pudo probar el coche antes del gran premio, para familiarizarse con él, y sus tiempos en los entrenamientos libres le habrían dado un sitio en la parrilla. En la sesión de clasificación, problemas con las temperaturas de los neumáticos le condenaron.
Tan solo tres décimas le separaron de la última posición en la parrilla. Después de eso, Jacques no volvería a subirse nunca a un Fórmula 1, terminando así su paso por la categoría reina. Pero aún le quedaban muchas cosas por hacer, y en 1984 participó a tiempo completo en la CART americana. Destacan una pole position en Phoenix y la clasificación para las 500 millas de Indianápolis, en las que no pudo participar por un accidente sufrido en los entrenamientos. A pesar de todo, en 1985 siguió en el campeonato.
Esa temporada vió mejores resultados, incluyendo su primer podio en Mid-Ohio y su primera victoria en Elkhart Lake, donde nueve años después conseguiría su primera victoria en la CART otro Jacques Villeneuve. En ganar esa carrera, tío Jacques se convirtió en el primer canadiense en ganar una carrera en dicho campeonato. Sus resultados empeoraron en 1986, desarrollando una tendencia a golpear cosas, demostrando de nuevo el gen Villeneuve que parecía no adaptarse a los tiempos modernos.
Esa fue su última temporada completa en la CART, aunque volvió como invitado en 1992 en un par de carreras, sin nada que destacar. En 1988 participó con un Rothmans Porsche en Mont Tremblant, ganando desde la pole. Más adelante, durante los años 90, participaría como invitado en carreras de la Fórmula Atlantic, siempre en Trois-Rivieres, uno de sus circuitos preferidos, y siempre con grandes resultados. Su última carrera fue en 1998, donde se vió obligado a abandonar por culpa de un problema en la suspensión.
Durante esa época volvió a competir en sus amados mototrineos, en los que siguió cosechando éxitos en una disciplina que le llegó a ver como campeón del mundo a mediados de los años ochenta. En los 90 compitió a nivel nacional y en el campeonato norteamericano, siendo campeón en ambos casos. Pero si creéis que eso es todo lo que hizo, os equivocáis. Aún le quedaba por descubrir el mundo de las competiciones de lanchas, en las que también obtuvo resultados destacables, claro, demostrando de nuevo su gran versatilidad.
En 2008, a sus 54 años, Jacques tuvo un grave accidente en una de las carreras más imporantes de mototrineos, en Eagle River, donde sufrió fracturas de pierna y pelvis, además de una lesión en la columna, lo cual le forzó a estar un buen tiempo alejado de las pistas. A pesar de ello, una vez recuperado volvió a participar en carreras de mototrineos, y aún actualmente compite allí, con resultados dignos de mención y una velocidad que no puede ser fruto de nada más que, como ya lo sabéis, el gen Villeneuve.