Después del siempre glamouroso Gran Premio de Mónaco, la Fórmula 1 cruza el charco para desembarcar al otro lado del Océano Atlántico, concretamente en Montreal, donde se disputará el Gran Premio de Canadá. Una carrera que lleva disputándose desde 1982 1978 en el circuito Gilles Villeneuve, con parones en 1987 y en 2009.
El trazado canadiense siempre depara fines de semana llenos de emoción. El año pasado el que mejor salió parado fue Jenson Button, que se hizo con la victoria en una carrera que tuvo de todo. Como viene siendo habitual, en esta entrada haremos un repaso de los compuestos elegidos por Pirelli, la predicción meteorológica, y el análisis técnico del circuito.
La previsión del tiempo no descarta las lluvias para el fin de semana. En un clima tan imprevisible como el de Montreal nunca se puede descartar la lluvia. Que el líquido elemento haga acto de presencia en el Gran Premio de Canadá no sería una sorpresa. Todo lo contrario, ya el año pasado la carrera estuvo pasada por agua. Que se repita en 2012 no sería nada descabellado.
Pirelli llevará a Montreal sus compuestos súper blando y blando, los mismos que se emplearon en Mónaco. La diferencia entre ambos circuitos es que el asfalto del trazado canadiense exige más a las gomas al alcanzar los monoplazas velocidades mayores. Esto causa que el desgaste de los neumáticos en el Gran Premio de Canadá no tenga nada que ver con el del Gran Premio de Mónaco.
En cuanto al análisis técnico del circuito Gilles Villeneuve, no hay que olvidar que es un trazado semi-urbano. La FIA ha optado por reducir las dos zonas de DRS presentes en 2011 a sóla una para este 2012. Una medida que premiará la pericia de los pilotos a la hora de poder dar buena cuenta de sus rivales.
El Gilles Villeneuve dispone de varias zonas rápidas que obligan a tener cargas aerodinámicas bajas, lo que a su vez depara altas velocidades. Si a ello le añadimos un par de curvas realmente lentas, el resultado es que los frenos son castigados sin piedad. Este circuito es uno de los que más exigen a los frenos de los monoplazas.
Al tratarse de un trazado semi-urbano, el margen de error del piloto es mínimo. No existen las grandes escapatorias tan típicas de los tilkódromos. Hay algo más de margen que en las calles de Mónaco, aunque en algunas secciones, véase "el muro de los campeones", el que apura demasiado tiene un percance asegurado. Para los que tengan ganas de más detalles en lo referente al circuito, Esteban hizo un análisis técnico de lo más completo el año pasado.
Con todo, el circuito Gilles Villeneuve tiene todos los ingredientes para depararnos una de las carreras más entretenidas del calendario y una de las que más suele gustar a los aficionados a la Fórmula 1.
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