La carrera estuvo dominada de principio a fin por el Peugeot 908 HDi FAP pilotado por Marc Gené y Nicolas Minassian. El español y el francés volvían a la senda de la victoria, que no obtenían desde la prueba inaugural del campeonato en Valencia Monza. A pesar de salir desde la pole, la carrera no comenzaba bien par el español ya que en la vuelta de formación con unos neumáticos aún fríos, se salía de pista y acababa en la hierba. Consiguiendo devolver el coche a la pista, el español recuperaba la cabeza de carrera por delante de Stéphane Sarrazin a los mandos de la segunda unidad de Peugeot.
En cabeza la carrera no tuvo mayor historia. Un conjunto Peugeot-Michelin funcionando perfectamente y con los problemas mecánicos de la anterior carrera olvidados permitieron a Gené y Minassian lograr una cómoda victoria. El director de Peugeot Sport comentaba que el balance de la temporada europea ha sido totalmente positivo para Peugeot con cinco victorias en cinco carreras y para conseguir el título, que aún no tienen asegurado, desplazarán a la última prueba de Brasil dos coches.
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