La sesión de clasificación del Gran Premio de Bahréin no ha sido diferente a las anteriores para Ferrari. Los italianos saben que no poseen un monoplaza que les permita pelear por las posiciones de honor de la parrilla de salida del domingo y adoptan estrategias defensivas para minimizar daños. Fernando Alonso partirá noveno mañana, aunque con la ventaja de poder elegir el compuesto que más le convenga.
En la Q1 tanda quisieron evitar sorpresas innecesarias y montaron el compuesto blando a las primeras de cambio. Algo que no hizo Michael Schumacher, que acabó pagando las consecuencias que a veces causa confiar demasiado en las prestaciones de tu monoplaza, aunque luego Mercedes aclaró que su DRS no estaba funcionando del todo bien. Lewis Hamilton y Jenson Button se salvaron por los pelos.
En la segunda ronda hubo más tensión. El español se vio obligado a emplear los dos juegos de blandos restantes en la Q2. Con su primer intento se vio relegado a la decimotercera posición provisional cuando apenas quedaba tiempo para reaccionar. Ante tal panorama, volvió a salir a la pista con el último juego del compuesto blando y logró un tiempo suficiente para pasar a la Q3.
La Q3 fue diferente. Habiendo usado los tres juegos disponibles del compuesto blando la decisión fue no marcar tiempo. Entre tratar de ganar alguna que otra posición o ahorrar vueltas a los neumáticos, optaron por esto último. Paul di Resta hizo lo mismo, por lo que el español ocupará la novena posición en la parrilla y el británico la décima. Con esto, ambos tendrán la posibilidad de elegir si hacen el primer stint con el blando o con el medio.
El asfalto del circuito de Sakhir se está mostrando muy agresivo con los neumáticos. La Scuderia seguramente lo haya tomado en consideración, y ante las pocas posibilidades que les otorga una estrategia convencional, han apostado por desmarcarse de sus rivales. Mañana veremos el resultado.
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