De pequeños nos gustaba imaginar y mirar hacia el futuro, un futuro en el que los coches volaran y en el que los robots hicieran nuestras tareas más odiosas. En esta ocasión me puse a imaginar otra cosa, el futuro del WRC, un futuro que más que un sueño se asemeja a una realidad con la que los aficionados de este campeonato podríamos volver a disfrutar. Ninguno en estos momentos se atrevería a decir que el Mundial de Rallyes no es un campeonato devaluado, ya que dista mucho de la pasión que tenia en los años 80 y 90 y con la actual reglamentación no tiene muchos tintes de cambiar.
Tan devaluado esta que apenas tiene repercusión para los medios, vergonzoso es ver la sección deportiva de cualquier cadena de televisión y no ver ni una noticia del transcurso de la prueba que se esta disputando y las pocas veces que sale algo es para contar que ha habido un accidente, habituales a su vez en todas las competiciones de automóviles. La cuestión es que el estado del actual WRC es pésimo, presupuestos desorbitados, cada vez menos marcas, menos asientos disponibles y por lo tanto menos posibilidades para los pilotos jóvenes. Pero todo ello puede cambiar en los próximos años. La FIA ya tiene preparado el reglamento de los S2000, reglamento que parece haber traído numerosas marcas y además la esperanza de muchos aficionados que la habían perdido hacia tiempo. Entre algunas de las marcas elegidas podemos encontrar a Renault, Opel, MG o Peugeot además del reciente interés de otras como Volkswagen o Fiat.
El calendario puede ser otra de las bazas del nuevo reglamento, ya que aunque se puedan perder algunos rallyes míticos anualmente, los reducidos costes que implica un menor número de pruebas puede ser vital. Por ultimo los pilotos que están por venir, me refiero a los superclases Kimi Raikkonen, Robert Kubica y Valentino Rossi que ya han hecho publico su deseo de participar en los rallyes cuando acaben sus carreras en Fórmula 1 y Moto GP. Desde luego este campeonato necesita urgentemente sabia nueva y mayor repercusión mediatica, ¿será un sueño de niños?