Veintiséis carreras quedan atrás y diez por delante. Los contadores vuelven a estar en "cero". The Chase es el gran invento U.S.A para que la máxima competición del motor de aquel país tenga emoción en cada una de sus 36 carreras. La verdad, una gran idea si se piensa en un calendario que cuenta con cuarenta fines de semana de competición. Hasta el más aficionado puede acabar cansado. Y eso sin contar que cuando la Sprint Cup para, las Nationwide Series o las Craftsman Series si disputan alguno de sus eventos. Pero ahora mismo lo importante es The Chase 2008.
Aunque no sea lo normal comencemos por el final. De los doce pilotos que aspiran a luchar por el título al menos seis son menos favoritos que el resto. Clint Bowyer, Denny Hamlin, Jeff Burton, Greg Biffle, Kevin Harvick y Matt Kenseth no estarán en las quinielas de casi nadie para hacerse con el título. Lo contrario sería una sorpresa mayúscula. Los tres primeros cuentan con victorias, pero no será suficiente. A Burton le hemos podido ver durante toda temporada en los primeros puestos, pero para ser el mejor es hay que ganar. Ser regular es importante, pero también lo es sumar los puntos extra de una victoria.
En el caso contrario los otros seis. Kyle Busch es el enfant terrible de la actual NASCAR y posiblemente el piloto más en forma de toda la temporada. A sus ocho victorias en la temporada regular de la Sprint Cup, hemos de sumarlos otras tantas entre Nationwide Series y Craftsman Series y sobre todo si no ha ganado siempre ha estado en los puestos de cabeza. Eso sí, en las últimas carreras antes de el corte le hemos visto un poco apático, lejos de luchar por la victoria y cometiendo errores de pilotaje.
Uno de sus máximos rivales de cara el título no será otro que Carl Edwards. El piloto de Ford ha conseguido seis victorias, aunque solo contabilizarán cinco de cara a The Chase ya que en su victoria en Las Vegas su coche no pasó el control post-carrera siendo sancionado con la perdida de esos 10 puntos. Sus luchas con Busch este año han hecho correr ríos de tinta y algo más que chapa y pintura en su Ford Fusion. Y si de máximo rival hablamos no podemos olvidar a Jimmie Johnson. El doble campeón ha terminado la primera fase a lo grande, y siempre hay que contar con el. Tres victorias en las últimas siete carreras. El pasado año consiguió el título siendo el más fuerte cuando se debe. En las últimas diez carreras.
Por último tres pilotos que su temporada no ha sido todo lo brillante que hubieran deseado. Hablamos de tres leyendas de la NASCAR, tres pilotos que siempre que estén ahí hay que tenerlos en cuenta, porque al mínimo despiste de los favoritos estarán esperando. Dale Earnhardt Jr consiguió en 2008 acabar con su mala racha de resultados. Pero una victoria de veintiséis se antoja poco. Aunque menos es el cero con el que comenzarán Jeff Gordon y Tony Stewart.
Gordon es el piloto más laureado de la NASCAR en activo. El pasado año dominó sobradamente hasta que comenzó The Chase y su compañero Johnson le birlo el título. Gordon se quejó, y mucho, del sistema. Su dominio y sus victorias no sirvieron de nada. Formato dulce cuando el que gana el campeonato no es el que domina la temporada y muy amargo para quien le ocurre lo contrario. Al menos Gordon se quedó con el consuelo de que su coche ganó, ya que él es el propietario del coche que pilota Jimmie Johnson. Cosas de la NASCAR.
Tony Stewart vivirá en The Chase las últimas diez carreras con Joe Gibbs Racing el equipo con el que lleva diez años y con el que consiguió sus dos títulos. El año que viene volará solo con Stewart Haas Racing y volverá a su marca de siempre: Chevrolet. Para Smoke sería un magnífico broche final. En las últimas carreras le hemos podido ver muy delante, así que habrá que contar con él.
El domingo se abrirán las hostilidades en la Sylvania 300 que se disputará en el New Hampshire Motor Speedway. Veremos quien golpea primero.
