No es una noticia que tenga relación directa con la Fórmula 1, pero que seguramente dañe la imagen de la competición. El mandamás de la gran circo será procesado en Múnich por presunto soborno a un cargo público. La fiscalía de Múnich está preparando su procesamiento debido a que se cree que abonó 44 millones de euros a un antiguo alto ejecutivo del instituto crediticio estatal BayernLB.
El presunto sobornado está colaborando con las autoridades en el caso, lo que hace que pinten bastos para el inglés. Gerhard Gribkowsky, que así se llama, está dispuesto a declarar que el magnate era consciente de que sobornaba a un servidor público. Éste fue condenado el pasado mes de junio por la Audiencia de Múnich a ocho años de cárcel por cohecho, desfalco y fraude fiscal tras su confesión ante los jueces.
La trama se centra en que Bernie Ecclestone quería vender la participación en la Fórmula 1 de BayernLB a CVC, y para ello recibió la ayuda de Gerhard Gribkowsky, soborno de 44 millones de euros mediante. Se rumorea que la fiscalía de Múnich no está dispuesta a aceptar un trato con los abogados del mandamás de la Fórmula 1 para que éste evite una posible pena de cárcel a cambio de dinero.
Con 82 años a sus espaldas, no creo que verse implicado en semejantes asuntos sea algo que le haga demasiada gracia al pequeño Warhol. Las preguntas que me surgen son dos, ¿debería dar un paso al lado y dar entrada a savia nueva en el negocio? Y, ¿cómo afectará su posible condena a la Fórmula 1?
Vía | As
