Dicen que nadie es imprescindible en este mundo y visto lo visto, ni siquiera Bernie Ecclestone lo es. Liberty Media ha puesto fin, de golpe y nada más tomar posesión de su recién adquirida empresa, a la Fórmula 1 tal y como la conocíamos.
Nunca pensamos que llegaría el día en el que Bernie Ecclestone dejase de formar parte del gran circo que él mismo creó. Pero al igual que le sucedió a otros grandes hombres de negocios, llega un momento en el que las empresas cambian y uno deja de formar parte de los planes de futuro.
Conocía la Fórmula 1 como nadie, él la inventó
Aunque no le guste mucho hablar de ello, Bernie Ecclestone quiso ser y fue piloto. Antes de ser mánager de Stuart Lewis-Evans o de Jochen Rindt, antes de comprar Brabham, de fundar la FOCA -desde donde empezó a gestionar los derechos- y de tomar las riendas de la categoría el británico probó suerte en las carreras. Sus resultados no fueron nada del otro mundo, pero le permitió tener un punto de vista más a la hora de configurar la Fórmula 1 tal y como la conocemos hoy en día.
Ecclestone inventó la Fórmula 1 actual en base a su experiencia y conocimientos. Conocimientos que pocas personas en el mundo tenían -de ahí la especulación constante acerca de sus posibles sucesores en los últimos años- y que, por supuesto, la nueva directiva no tiene.
Hombre respetado e incluso venerado
Hay una cosa que cualquier jefe debe tener más allá de las acciones: el respeto de sus subordinados. Bernie Ecclestone con su trabajo se ganó la aprobación del gran circo. Promotores, patrocinadores, equipos, pilotos, aficionados... Bernie llegó a acumular tanto poder porque la gente le dio ese poder. De hecho, ¿por qué si no estamos haciendo ahora este listado?
¿Quién será capaz ahora de domar a las fieras? Ecclestone había conseguido con los años ese delicado equilibrio que, aunque no agradaba del todo a nadie, tampoco disgustaba por completo a ninguna de las partes.
El amo del cortijo
Una de las virtudes, y a su vez defectos, que Bernie Ecclestone tenía como capo de la Fórmula 1 era que todo y absolutamente todo, pasaba por sus manos. En más de una ocasión manifestó que la única forma en la que un negocio prospere es mantenerlo todo bien atado. Y, en su caso, ¡y tanto que lo hacía!
Para sustituirle Liberty Media ha designado a tres personas. Chasey Care, que es el que ya ostenta su antiguo cargo, Ross Brawn, en el que delegará -palabra que Bernie no conocía o no quería conocer- la gestión deportiva y Sean Bratches, nuevo encargado del ambito comercial. Y esto por ahora.
¡Que se prepare el equipo! Nadie, salvo el propio Bernie, sabía cómo se hacían las cosas. Muchos aseguraban que se iría con el secreto a la tumba, y a día de hoy, tal y como ha sucedido todo, quien sabe si lo hará.
Más vale malo conocido que bueno por conocer
En los últimos tiempo eran muchas las voces críticas que se habían alzado para denunciar lo que calificaban como una Fórmula 1 poco atractiva y obsoleta. Sin embargo, a su vez, eran muchos los que defendían la esencia de la categoría más allá de unas últimas decisiones, quizá poco acertadas.
Pero, ¿qué hacer para solucionarlo? ¿No creéis que si la solución fuese fácil el mismo hombre que creó el espectáculo que algunos tanto añoran, no lo habría traído de vuelta? Porque muchos se olvidan de ello. La era Hunt-Lauda, Senna-Prost, Schumacher... todo lo que ha sucedido en los últimos cuarenta años, estuvo supervisado por el mismo hombre.
Habrá que ver qué nos tiene preparado Liberty Media para el futuro porque, sin duda, no quiere que se parezca a nada de lo visto hasta ahora. Ni siquiera, lo que algunos añoran. Una Fórmula 1 más social podría perder la esencia de lo que muchos aman de las carreras.
Bernie Ecclestone solo hay uno
Si el propio Ecclestone no consiguió encontrar un digno sucesor que se prestase a sustituirle, ¿por qué una empresa que no tiene que ver nada con el motor iba a hacerlo? Y más aún, ¿qué criterio iba a usar?