El pasado domingo, la FIA tomó una decisión que llevábamos mucho tiempo sin ver. Romain Grosjean recibía una carrera de sanción por provocar el accidente en la primera curva del Gran Premio de Bélgica. Aunque parezca mentira, han pasado 18 años desde que la FIA tomase la decisión de sancionar a un piloto con una carrera. Eso nos dice que o la FIA se ha endurecido de una vez por todas (porque accidentes como el de Spa ha habido en los últimos años) o que Grosjean ya estaba en el punto de mira. De ser lo segundo, supongo que el siguiente podría ser Pastor Maldonado...
El último piloto sancionado con una carrera de suspensión (en su caso fueron dos) fue Michael Schumacher. En el Gran Premio de Gran Bretaña de 1994, Schumacher adelantó a Damon Hill durante la vuelta de formación. Los comisarios de carrera decidían sancionarle con un stop and go que el alemán no cumpliría en el plazo determinado de cinco vueltas. Al no hacerlo, al Kaiser le mostraron la bandera negra que lo descalificaba.
Seis vueltas después de la bandera negra, Schumacher entraba en boxes a cumplir la sanción e incluso terminaría la carrera en segunda posición. En voz de su escudería, Benetton, todo fue fruto de un malentendido aunque no consiguieron convencer a la FIA que decidió multar al equipo con medió millón de dólares de multa y Michael Schumacher fue sancionado con dos carreras.
Desde entonces, tan sólo ha habido dos ocasiones más en las que un equipo ha recibido una sanción. En 2005, BAR fue descalificada del Gran Premio de San Marino y recibió dos carreras de sanción cuando descubrieron su doble depósito. Un poco más cerca en el tiempo, en 2009, Renault fue sancionada durante el Gran Premio de Hungría con una carrera de ausencia tras perder Fernando Alonso una rueda al salir de un pit-stop. Con el accidente de Felipe Massa muy fresco, la FIA decidió ser muy dura con este tipo de incidentes aunque finalmente la sanción fue retirada y Renault pudo correr en el Valencia Street Circuit.
Vía | F1 Fanatic