“El Ford Focus RS no es un coche con un volumen de ventas grande, pero para Ford representa el orgullo de saber que podemos hacer un coche de este tipo, estamos preparados”. Así presentaba Ford el RS de producción, el RS tangible y en nuestro país después de la versión de pre-producción mostrada el pasado verano en Londres.
Su precio partirá de 33.795 euros, malos tiempos para coches de este tipo por la coyuntura económica actual. Su motor 2.5 L5 turbo de 300 cv le asegura unas prestaciones impactantes al hot hatch más agresivo.
Al subirse al Ford Focus RS, lo que más llama la atención son los baquets, tremendamente incómodos para acceder a ellos por los refuerzos laterales, pero con un agarre y comodidad sobresalientes una vez que estamos sentados.
El botón de Power, situado al lado de la palanca de cambios, invita a encender el coche y salir a dar una vuelta con él, lástima que se trate de un salón y no un circuito. Las inserciones del salpicadero son de plástico, pero con un tacto que transmite sensación de calidad y aspecto de fibra de carbono.
Como muestra de lo extremamente deportivo que pretende ser, se han incorporado tres agujas que indican la temperatura del motor y la presión del aceite y del turbo, orientadas hacia el conductor.
Y para muestra del aspecto exterior del Focus RS, las llantas de 19 pulgadas con unos neumáticos Continental 235/35 R19. El color verde eléctrico (que cuesta 1.200 euros) queda reservado a aquellos que quieran llamar la atención, para el resto recomendamos encarecidamente el azul racing.
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