Según Autocar, en Ford ya se está trabajando en el nuevo Ford Focus RS, basado en la tercera generación del compacto. Los clientes exigen un hot hatch, pero también quieren respeto medioambiental en general, ¿y cómo aunar ambas cosas entonces sin perder deportividad?
Hibridación, y supondría un beneficio múltiple. En primer lugar, se convertiría en el primer Ford Focus con tracción total de calle, puesto que el motor térmico movería las ruedas delanteras, y el eje trasero mediante motor eléctrico, en la práctica 4×4. En vez de transmitir la potencia con un árbol de transmisión, se haría por cables.
Hay otro problema de diseño, y es que no se podría seguir utilizando el motor Volvo T5, así que habría que recurrir a un motor propio, y parece que el más indicado es una versión potenciada del 2.0 Ecoboost, L4 sobrealimentado de 250 CV. Con un esquema híbrido, se le sacaría más potencia al motor térmico de la que realmente da.
Al usar un motor térmico más avanzado y más compacto, además de lo que alivia el sistema híbrido, las emisiones y la contaminación bajarían considerablemente, y dudo que muchos de los presentes quieran renunciar a 300 CV pero con un consumo de 7 l/100 km o inferior. Habría que rebajar peso para compensar el engorde.
Es fácil integrar un motor eléctrico compacto en el eje trasero, la complicación está en las baterías, dónde se alojan, cuánto pesan y cuánto espacio ocupan. Cuanto menores sean y más pequeñas, menos tiempo podrán mantenerse las prestaciones al máximo nivel, pero por otro lado, pesarán menos.
Si Autocar acierta esta vez también, me encantaría ver cómo resuelven todo este embrollo ingenieril… y que merezca ostentar un logotipo RS.
Fuente | Autocar