Estamos acostumbrados a contaros cuáles son los supercoches que compran los futbolistas y lo que tardan en estrellarse o protagonizar escándalos de todo tipo mientras los conducen.
Por eso no deja de sorprenderme para bien la noticia que hoy os traemos. John Terry, capitán del Chelsea, se ha comprado recientemente un Ferrari 275 GTB, un clásico fabricado entre 1965 y 1966 que nada tiene que ver con los modelos habituales que suelen conducir los futbolistas.
El modelo en cuestión, cuyas líneas recuerdan inevitablemente a las del mítico Ferrari 250 GTO, cuesta alrededor de un millón y medio de euros. Su motor es un 3.3 V12 que desarrolla cerca de 300 caballos.
Sin duda se trata de un gesto de buen gusto por parte de John Terry que demuestra que todavía hay esperanza para pensar que los futbolistas, algunos al menos, saben en qué tipo de coches deben invertir su dinero.