No es la primera ni suponemos la última vez que vemos como un coche de pruebas acaba metido en líos o directamente estrellado. Un potencial cliente de Ferrari en San Francisco acudió ayer sábado a probar un Ferrari California de 200.000 euros con la intención suponemos de hacerse una idea del coche que iba a comprar.
Sin embargo el conductor iba demasiado inspirado en la conducción, más bien según algunos testigos iba tó foll**, se salió de la carretera y acabó metido en el agua con el Ferrari California. Como manera de evitar las combustiones espontáneas que afectan a algunos Ferrari está bien, pero no creo que al concesionario de Ferrari le hiciese mucha gracia que su California de pruebas acabase metido hasta la cintura en agua.
Los airbag del lado del conductor se activaron, pero ni el conductor ni el comercial que iba con él resultaron heridos. Desde luego que ser la “niñera” de un pies pesados con pasta no está pagado. En cuanto al coche parece tener algunos daños de chapa, más los que suponemos que el agua ha podido hacer hasta donde haya llegado. Me gustaría que lo arreglasen convenientemente para que viva otra vida lejos de un pisapedales…
Fotografía | Randall Wahlstrom vía Jalopnik
Vía | Jalopnik
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