El circuito de Nürburgring es un lugar muy especial. Conocido mundialmente por la peligrosidad y exigencia de su trazado, es una de las mecas del automovilismo mundial. Se han vivido momentos épicos, pero también sumamente espeluznantes y tristes. En su asfalto se viven emociones que pocos circuitos puede ofrecer y según algunos pilotos, da la impresión que en lugar de competir te diriges hacia algún lugar por una carretera de montaña, conduciendo como un desquiciado. Fue el piloto de Fórmula 1 Jackie Stewart, quien le puso el apelativo de ‘Infierno Verde’ por lo tortuoso y complicado de su trazado, siempre rodeado de vegetación. Además, dejó unas afirmaciones que dan una imagen sobre su visión del trazado: “las cosas te pueden salir bien o no, puedes ir rápido o no, pero el que diga que ama Nürburgring, o miente o no ha ido lo suficientemente rápido”.
¿Qué tiene entonces el trazado alemán que tantas pasiones levanta? Si de verdad hay que dar una respuesta a esto, la velocidad y los coches deportivos no son lo tuyo; la emoción y el riesgo, la adrenalina cuando los neumáticos deslizan a más de 200 km/h rodeado de barreras y vegetación, el sonido del motor rebotando entre los árboles o la suspensión comprimiéndose al máximo en un cambio de rasante. Nürburgring es esto y mucho más, es lo más parecido a una carretera de montaña donde ir ‘a saco’, sin tener en cuenta nada más y con todo lo que ello conlleva. Por eso, además de un lugar de peregrinación para miles de fanáticos del motor, también es un laboratorio donde los fabricantes dan forma a sus criaturas más especiales y allí, es donde el Toyota GR Supra se ha desarrollado exhaustivamente.
Hace más de 40 años, Toyota pisaba el Ring por primera vez
La historia del trazado alemán comienza en la década de los años 20, cuando se pensó en desarrollar un lugar donde la incipiente industria del automóvil alemana, pudiera poner a prueba sus máquinas. La construcción comenzó el 27 de abril de 1925 y finalizó dos años más tarde, necesitando nada menos que 3.000 personas para ello. Hoy es el circuito permanente más famoso del mundo, al cual viajan infinidad de aficionados a rodar en su asfalto con todo tipo de vehículos que van desde bicicletas hasta autobuses. Tal es la locura que desata este trazado.
Pero no fue hasta mucho tiempo después cuando un coche firmado por Toyota se dejó ver sobre el asfalto de tan mítico lugar. Fue con motivo de las 6 Horas de Nürburgring, cuando Hiromu Naruse se presentó con un Celica 1600 GT con apoyo de fábrica para orientación técnica. Tras sus primeras experiencias, hace más de 40 años, Naruse tuvo claro que Nürburgring era el lugar ideal para el desarrollo de los coches de Toyota. Una actividad que comenzó en la década de los 80 con el Supra A80, la cuarta generación del modelo nipón (segunda fuera de la gama Celica), que también fue el primer coche de la marca desarrollado totalmente en el Infierno Verde.
Desde entonces, Toyota y Nürburgring son dos grandes nombres del automovilismo altamente ligados. Y con las 24 Horas de Nürburgring como momento más especial. El espectacular Lexus LFA fue el primer retoño de esta especial relación, que siguió con el Toyota GT86 y, por supuesto, con el nuevo Toyota GR Supra. Es más, Nürburgring fue abono que hizo germinar la semilla para el regreso del Supra. Naruse le dijo a Toyoda unas palabras que marcaron un camino que hoy es realidad: “eche un vistazo a los fabricantes alemanes. Todos ellos prueban los nuevos modelos que tienen en desarrollo en Nürburgring. El único automóvil de Toyota capaz de competir aquí es un Supra usado, fuera de producción”. Palabras que causaron una fuerte impresión en Toyoda.
Las 24 Horas de Nürburgring y el Toyota Supra
¿Qué mejor lugar para dar forma al nuevo Supra? Pero no valía con un desarrollo ‘normal’, el regreso de un coche tan especial debe cuidar cada detalle y nada mejor que someterlo a las pruebas más duras, como las 24 Horas de Nürburgring. Primero fue con motivo de las VLN Endurance Championship el otoño pasado y ahora, en esta ocasión, ha sido el debut del deportivo japonés en las 24 Horas del mítico trazado alemán. Y además, un debut logrando el tercer lugar en su categoría y el 41 en la general.
GAZOO Racing tenía como máxima prioridad reforzar la fiabilidad y pulir pequeños detalles. Hideyuki Tanaka, jefe de mecánicos, comentaba antes de comenzar la prueba que “hasta ahora, hemos estado trabajando en el GR Supra y su preparación para las 24 Horas de Nürburgring. También competimos en dos carreras del VLN Endurance Championship en Nürburgring, así como la clasificación para las 24 Horas. Pudimos identificar varios problemas. En esos momentos sentí que no es una tarea sencilla completar una carrera en Nürburgring, incluso si sólo son cuatro o seis horas, por no decir nada de lo que podría suceder durante una carrera de 24 horas. Aún así, trabajaremos como un equipo para terminar la carrera. Espero que todos nos animen con entusiasmo”.
Así se llegó al día 22 de junio, cuando estaba prevista la salida. Pero fue el día 23 el que ofreció un momento sumamente especial para Toyoda. Uno de sus deseos más queridos se hacía realidad y el Supra cruzaba la línea de meta tras competir en las 24 Horas de Nürburgring. No fue una carrera fácil, marcada por el elevado calor que ocasionó problemas a los pilotos y un pequeño toque que sufrió el Toyota Supra en un momento de la carrera. También estaba el recuerdo de Hiromu Naruse, tristemente fallecido en 2010 el mismo día 23 de junio, en las afueras del circuito de Nürburgring.
Akio Toyoda tuvo un momento tras la carrera para recordar a Naruse y lo importante que fue para el regreso del Supra: “Conduje desde las 10 en punto, pero inicialmente fue planeado para ser a partir de las 9 en punto. Me di cuenta que sucedió casi al mismo tiempo que el Sr. Naruse fallecía repentinamente. Muchas cosas me vinieron a la mente… era el 13º año en esta carrera, con este coche, el Supra, sin embargo, para ser sincero, me resultó difícil concentrarme en conducir. Conduje cuatro etapas, incluyendo el inicio y el final, pero creo que el Sr. Yabuki, quien estuvo al cargo del desarrollo de este GR Supra, debería haber sido quien condujera. Si no fuera un día tan especial, le habría pedido que condujera el Supra. Sin embargo, sentí la presencia del Sr. Naruse aquí conmigo, que me preguntaba ‘¿por qué no manejas el Supra hoy conmigo en Nürburgring?’ Estoy seguro que el Sr. Naruse estuvo a nuestro lado hoy. Además, creo que podría haber sido él quien nos trajo este buen clima”.
Emocionantes palabras en recuerdo de un compañero y amigo, que otorga al nuevo Toyota GR Supra un aura especial, que se ve potenciada por la importancia del circuito de Nürburgring. Y no es sólo una carrera fascinante y un momento emotivo para GAZOO Racing y Toyota, los fanáticos de la marca se podrán aprovechar de ello, pues la propia Toyota ha afirmado que estas pruebas servirán para desarrollar soluciones y tecnologías destinadas a mejorar los coches de calle.
Imágenes | Toyota