No es que un BMW M1 necesite excusa alguna para venderse al mejor postor, pero este ejemplar, además de hacer gala del paquete de modificaciones Studie cortesía de BMW AHG, estuvo en posesión de Paul Walker. Lo subasta Bring A Trailer y aún se puede pujar por él.
Aunque no por mucho tiempo, pues la subasta se cierra en dos días. De momento, la puja ganadora se fija en 390.000 dólares, unos 321.255 euros al cambio actual.
No es el único coche que ha pasado por las manos de Walker que ahora mismo busca nuevo dueño a golpe de mazo: también lo hace este Shelby 427 Cobra FAM que se subastará en marzo. Tampoco es el primer BMW perteneciente al actor subastado: el año pasado cinco BMW M3 E36 Lightweight de su colección privada se vendieron por nada menos que 2,33 millones de dólares (cerca de 2,1 millones de euros).
Uno de los pocos M1 AHG, con 6.800 kilómetros recorridos
El BMW M1 es uno de los modelos más emblemáticos de la firma bávara, un deportivo de motor central trasero esculpido por Giugiaro del que unas 400 unidades vieron la luz entre 1978 y 1981. Entre ellas se encontraba nuestro ahora protagonista, con chasis WBS00000094301090, que se entregó nuevo en Bielefeld (Alemania) en 1979.
Pero poco después fue enviando a las dependencias de BMW AHG, donde recibió el kit Studie del que presumieron unos pocos ejemplares. Así, su carrocería de fibra de vidrio únicamente blanca originalmente pasó a estar aderezada con las franjas tricolores de BMW Motorsport, que cruzan su carrocería diagonalmente desde el frontal hasta la zaga.
Además, se incluyó un kit aerodinámico inspirado en los del M1 Procar de competición, con defensas más agresivas o la incorporación de un alerón trasero. Unas llantas de BBS de 16 pulgadas, que montan ahora unos neumáticos nuevos Yokohama Advan, completaban su impronta exterior, mientras que en el habitáculo se sustituyó la tapicería de tela por una de cuero negro.
El traje deportivo también se acompañó con una inyección de potencia: el propulsor M88 de 3.6 litros y seis cilindros del M1, que de serie firmaba 277 CV, se elevó a los 350 CV gracias a ajustes en el bloque y a incorporar un sistema de escape de mayor rendimiento. Respecto al cambio, se mantuvo la caja de serie, una manual ZF de cinco velocidades, así como otras bondades como el diferencial autoblocante.
En su odómetro promete haber recorrido solo 6.800 kilómetros. Además, en 2018, fue puesto a punto en el taller por su actual propietario: se le cambió el aceite, así como el líquido de frenos o el refrigerante, y se le instaló una batería nueva.
Y es que en propiedad de Paul Walker estuvo hasta 2014: fue una de las joyas de la colección AE Performance que el actor compartía con su amigo Roger Rodas, también tristemente fallecido en aquel fatídico accidente de 2013. De hecho se le puede ver en este vídeo (minuto 1:07), que recorre este garaje de ensueño que atesoraban el de Glendale y el de Santa Ana.
Aunque más allá de Walker y Rodas, ha pasado por las manos de unos cuantos coleccionistas, primero en Europa y, desde los años 90, en Estados Unidos. Pero a pesar de los varios garajes en los que ha estado, todos sus propietarios parece que lo han tratado con el mimo que merece. ¿Quién será el nuevo afortunado que presuma a sus mandos?
Fotos: Bring A Trailer
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