No me direis que no posa orgulloso George Fortin, norteamericano residente en California, con su nuevo coche eléctrico hecho por él mismo en el garaje de su casa. Y lo más curioso es que es broker, aunque desde niño le interesó eso de construir coches de motor.
Se inspiró en el coche teledirigido de su hijo, y al final, simplificando aquí, simplificando allá y depurando el diseño, le quedó esta mezcla entre buggy y kart que bautizó Z-Kart. Como es lógico no está homologado, y no puede circular por la calle (legalmente), pero divertido tiene que ser un rato.
El bastidor es de polietileno rígido, aunque para los elementos de transmisión, ejes, dirección y amortiguación ha empleado piezas de aluminio y muy pocas de acero. Los frenos son de kart, las llantas de buggy y los neumáticos de moto. El motor eléctrico es de corriente continua y 72 V (y es el de una pulidora de suelos industrial).
Z-Kart tiene seis baterías de plomo-ácido para alimentarlo, que le permiten tener una autonomía de unos 32 km. Pesa solo 136 kg y alcanza una velocidad de unos 65 km/h. Acelera más rápido de lo que uno pensaría (porque no pesa nada). En una toma de corriente doméstica de 110 V (a ver si los americanos se modernizan a los 230 V de una vez) se recargan las baterías en unas tres horas.
¿Quién no se iría un domingo soleado a un circuitillo o parking vacío a darse unas vueltecitas con este kart eléctrico? ¡Y sin pringarse de gasolina, aceite o grasa!
Vía | (en inglés) Gizmag
Fuente | (vídeo en inglés) AOL-Translogic