Un estudio realizado por investigadores del laboratorio de aviación y medio ambiente del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, afirma que se producen unas 200.000 (entre 90.000 y 362.000) muertes prematuras al año, solo en Estados Unidos, debido a las emisiones contaminantes que se liberan al aire, principalmente emisiones de partículas finas PM 2,5 (de hasta 2,5 micras), pero también óxidos de azufre y ozono de superficie. Estas son debidas a fuentes de combustión.
Han considerado las emisiones generadas en ciertos procesos industriales, en automóviles con motor de combustión, en la generación de electricidad, en el transporte marítimo (barcos que emplean búnker fuel, un combustible pesado), en el transporte por ferrocarril (con locomotoras no eléctricas, generalmente diésel) y en los sistemas de calefacción de edificios (que suelen emplear gasóleo habitualmente).
El tráfico y el carbón, los principales culpables
El sector del transporte por carretera con automóviles de combustión es el que más contribuye con unas 53.000 muertes al año (entre 24.000 y 95.000), debidas a las partículas, a las que se añaden aproximadamente otras 5.000 muertes al año (entre 900 y 11.000) debidas al ozono de superficie (ozono troposférico), que se genera al haber altas concentraciones en el aire de óxidos de nitrógeno.
La generación de energía eléctrica en EE.UU. también es un gran culpable según este estudio: unas 52.000 muertes al año (entre 23.000 y 94.000). Hay que explicar aquí que el sistema eléctrico estadounidense es muy dependiente de combustibles fósiles, carbón sobre todo.
Por ejemplo en 2011, el porcentaje de electricidad generada en EE.UU. con carbón fue del 42%. Para que nos hagamos una idea ese mismo año en España con carbón se generó el 15% de la electricidad. La baja participación de las energías renovables en la generación de electricidad tampoco ayuda. En 2011 en EE.UU. solo el 12,4% de la electricidad se había generado con renovables, mientras que en España, por ejemplo, en 2011 se había generado el 33%.
Por estados California es el peor parado, con una de las peores contaminaciones del aire, y con unas 21.000 muertes prematuras al año debido a la polución. Por regiones la zona este y medio este hacia el norte, con grandes núcleos urbanos y alta densidad de población, con mucha industria, o con más centrales térmicas de carbón, son las peores.
Los investigadores han empleado datos de la EPA, la Agencia de Protección Medioambiental, que se recogen desde 2005. Los situaron en un mapa por regiones y lo superpusieron a un mapa de densidad de población para hacer la estimación.
Según Steven Barrett, profesor del MIT y miembro del equipo que realizó este estudio, quien muere por una causa relacionada con la contaminación atmosférica fallece unos diez años que si lo hiciera por muerte natural.
¿Es desproporcionada la estimación realizada por este estuido del MIT? Si tenemos en cuenta que las partículas afectan al sistema cardiovascular, y no solo al respiratorio, que afectan también al nivel de colesterol, y que han sido catalogadas como elemento carcinógeno (es decir, que produce cáncer), no debería extrañarnos demasiado.
¿Cómo se puede reducir la contaminación del aire?
Consumiendo menos energía principalmente, pero también utilizando otras fuentes.
Reduciendo el consumo de la industria y reduciendo sus emisiones.
Con automóviles que consuman menos, y a la vez que generen menos emisiones. También utilizando automóviles que no empleen combustibles de origen fósil, y por supuesto haciendo un uso más racional del automóvil.
Gastando menos electricidad, con electrodomésticos e iluminación más eficiente, pero también generando la electricidad menos con fuentes fósiles (sobre todo menos carbón) y más con fuentes renovables o energía nuclear (aunque esta última tiene también sus inconvenientes).
Reduciendo el consumo de los barcos, y utilizando nuevos combustibles con menores emisiones.
Electrificando la red de ferrocarriles, más eficientes y menos polucionantes que los de máquinas diésel.
Gastando menos en calefacción, con casas más eficientes, y una temperatura de confort razonable (ni demasiado calor en invierno, ni demasiado frío en verano), y también utilizando otros combustibles para calefacción menos polucionantes (por ejemplo el gas natural es menos sucio que el gasóleo de calefacción).
Vía | Green Car Congress En Motorpasión Futuro | El humo de los motores diésel ha sido catalogado como carcinógeno
