El CEO de Tesla Motors, Elon Musk, ha apuntado al semanario Der Spiegel hacia la posibilidad de una futura alianza entre BMW y Tesla en lo que a tecnología del coche eléctrico se refiere. No es la primera vez que ambas compañías acercan posturas. Ya en junio del año pasado se reunían para planear con detenimiento cómo apostar por la movilidad eléctrica en los próximos años.
La respuesta a esta cuestión se presenta ahora con un romance en el que la parte germana mira con interés al desarrollo de las baterías y de la infraestructura de recarga contraria; y por otro lado, los norteamericanos comienzan a prestar a atención a la fibra de carbono.
Parece que las risas de Musk con motivo del lanzamiento del BMW i3 van apagándose poco a poco. El trabajo en conjunto entre las dos compañías podría traerles algún que otro atajo para sus intereses, si que es la división eléctrica del fabricante alemán sigue creciendo. Hasta las recientes ruptura de Toyota y Daimler con Tesla tienen más sentido teniendo en cuenta que dentro de sus apuestas de futuro la movilidad eléctrica no es protagonista.
En el campo de la especulación sobre esta prehistoria de amor, sería interesante que, por ejemplo, que los vehículos de BMW pudieran utilizar bajo las mismas condiciones la infraestructura de supercargadores Tesla. De igual modo, se apunta a que BMW pudiera cambiar de proveedor de baterías de aquí a 2017, fecha en la que Tesla tiene pensando abrir su fábrica de baterías en Nevada, en un acuerdo en el que ambas partes podrían sacar provecho.
Del mismo modo, este acercamiento de BMW vuelve a subir el grado de credibilidad de Tesla, sobre todo para aquellos que tienen menos claro que sus ambiciosas propuestas de futuro vayan a tener éxito.
Vía | Automotive News Europe
Imagen | Maurizio Pesce (CC) en Flickr
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