Tesla Motors, siguiendo la tradición de otras tantas compañías occidentales, ha encontrado en el mercado chino un hueso duro de roer. Ya el primer escollo con el que se topó el fabricante allí, que la marca ya estaba registrada, suena casi a anécdota a estas alturas. A principios de año, el CEO de Tesla, Elon Musk, reconocía que no se estaban cumpliendo las expectativas de la compañía y que se tomarían medidas al respecto.
Un equipo de Bloomberg ha querido ir más allá buscando por su cuenta los motivos por los que el Tesla Model S está sufriendo tantas dificultades en China, y para ello ha sondeado entre conductores y vendedores del fabricante. Es curioso porque, después de todo y pese a las peculiaridades de este mercado, dos desventajas clásicas de la movilidad eléctrica como son la ansiedad por la autonomía y la ausencia de infraestructura de recarga vuelven a aparecer.
A estas alturas parece claro que la estrategia de Tesla no ha sido la más adecuada. En un principio, el fabricante veía China con grandes expectativas, como un mercado prometedor, por el gran número de conductores en contraste con el total de la población que podrían hacerse con el Tesla Model S y por unas autoridades ávidas de paliar el mayúsculo problema que tienen con la contaminación.
Uno de los aspectos que Bloomberg ha buscado y encontrado es el de los compradores arrepentidos. Entre ellos, nos cuentan el caso de Sunny Zhang, que vive en Shanghai y que compró la berlina eléctrica en abril, recibiéndola el pasado septiembre.
Al igual que otros tantos conductores de Tesla, se queja de, tiempo de espera, del servicio de postventa de la compañía, y lo que parece más sintomático, de quedarse tirado por falta de autonomía. Por eso, Zhang raramente se aventura lejos de su domicilio, y critica que la infraestructura de recarga no es la adecuada en estos momentos para este tipo de coches.
Sabemos que Tesla es el fabricante que más está luchando en el mundo contra esta limitación de los coches eléctricos. Sus modelos presentan autonomías superiores y su red de supercargadores permite calmar a los más preocupados por la autonomía. Por otra parte, mientras en Estados Unidos, y ya en buena parte de Europa la red ha madurado para cumplir con ese objetivo, en China las cosas han ido más despacio.
La perspectiva en este punto en China es bien diferente, en un país donde las distancias son aún mayores que en Estados Unidos, lo cierto es que todavía nos encontramos con un número de puntos de recarga muy pobre. A este dato se le ha sumado las malas impresiones de los primeros conductores, muchos de ellos, estoy casi seguro, sufrieron el síndrome de George Clooney, y que están afectando a ese número tan prometedor de posibles compradores que Tesla avistaba en un primer momento.
Asientos traseros demasiado vulgares
Otro de los puntos en los que Tesla ha fallado en China está en los detalles del segmento premium. El fabricante no fue consciente que a su target chino no le gusta tanto conducir, como ser conducidos. Por eso, se puede decir que los asientos traseros que el Model S trae de serie han sido una gran decepción para muchos chinos adinerados que adquirieron no tanto por la sensación que la conducción eléctrica proporciona en primera persona.
Tesla ha rectificado y ahora el Model S presenta la opción de asientos traseros ejecutivos en cuero por unos 1.850 euros más. Entre las prestaciones de estos, encontramos dos zonas calefactadas, un punto de conexión y de gestión para smartphones, control del climatizador y techo panorámico.
Tesla se ha valido de su personal allí para ser capaces de detectar este tipo de caprichos necesidades. Aquí podemos conectar con las explicaciones dadas por Musk en su día, que responsabilizó a su equipo allí del tropezón. En declaciones a Bloomberg, el responsable de la tienda de Shanghai y de los programas de formación de Tesla en China, Dan Hsu, reconoce que gracias a la venta directa han podido ser conscientes de este tipo de inquietudes.
Con todo, parece que sigue habiendo puntos complicados para Tesla a la hora de identificar los gustos chinos. Otro de los conductores entrevistados, Chen Zhong, se quejaba de que algunas de las aplicaciones más populares del país no vienen cargadas en el sistema operativo, al igual que tildada de "poco popular" al sistema de navegación.
Las ventas siguen siendo misteriosas
Desde que se anunciará esa renovación del personal de Tesla, las ventas del Model S han ido creciendo tímidamente en China. No obstante, las estimaciones para el mes de marzo vuelven, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, a ser diferentes en función de la fuente que nos las brinde. Mientras que el portal Inside EVs habla de que habrían repartido unas 600 unidades, la consultora JL Warren Capital habla de 260.
Parece que a Tesla en China no le será válido el mismo mensaje que ha venido lanzando en Occidente, que no ha llegado allí y que de hacerlo, no se ha entendido de la misma manera. Ha de desarrollar una estrategia propia, una vuelta a empezar con su modo de entender la movilidad eléctrica.
Vía | Bloomberg
Imágenes | Mike Lau (CC) y Matthew Stinson (CC) en Flickr
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