Propiedad versus alquiler

Propiedad versus alquiler
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Normalmente nos encontramos ante dos paradigmas para disponer de un bien, y es comprarlo o alquilarlo. Bajo la primera fórmula, pagamos íntegro su precio y lo podemos disfrutar en principio indefinidamente. De la segunda forma, se paga solo por el tiempo de disfrute, de acuerdo a unas condiciones previas.

Con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria se empezó a hablar mucho de alquiler de nuevo. No somos un país muy alquilador, somos más de propiedad, de comprar las casas en vez de alquilarlas. De Pirineos hacia arriba esa mentalidad no está tan arraigada, son más proclives al alquiler de las cosas.

Pero no hemos venido a hablar de inmuebles, sino de vehículos. En este sentido, está claro, fundamentalmente compramos, y los que alquilan son una minoría. Pues esa mentalidad está un poco obsoleta y tiene visos de cambiar en el futuro. Veamos por qué.

Coche nuevo

El paradigma clásico: coche en propiedad

Nos gusta un coche y nos lo compramos. Además del precio del coche tendremos que pagar distintos impuestos (el de marticulación una vez, el IVA una vez, el de circulación todos los años), gastos de gestoría, el seguro, la plaza de garaje, mantenimiento, elementos de desgaste, averías, etc.

Desde un punto de vista económico es una de las opciones más estúpidas a corto y medio plazo, porque soportamos todos los costes y son difíciles de prever, salvo que seamos adivinos. Sabemos lo que cuesta comprarlo, y a partir de ahí, es una lotería total. ¡Pero hay alternativas!

Cada vez más empresas y autónomos empiezan a pasarse al renting, una fórmula mixta alquiler/propiedad. En una cuota se paga TODO menos el combustible, multas, peajes y lavados. El resto va incluido. Quitando los costes externos, el resto ya sabemos que siempre vamos a pagar la misma cantidad por ellos.

Llaves coche de alquiler

¿Pero realmente necesitamos un coche en propiedad siempre? ¿Acaso lo utilizamos todos los días? ¿Acaso utilizamos todas sus prestaciones a diario? Por ejemplo, para dos viajes al año con el coche cargado, yendo diariamente a trabajar, cole y gimnasio… nos sobra coche el 99% del año. ¿Por qué tener uno tan grande?

Son preguntas que merece la pena hacerse. Es muy cómodo tener un monovolumen de siete plazas por si un día llevas amigos, por si un día te vas de picnic, por si… ¿y el resto del tiempo? ¿Es un vehículo adecuado a nuestras necesidades habituales o está totalmente sobredimensionado? Es el quid de la cuestión.

Por ejemplo, los coches eléctricos están llamados a ser los que solucionan la papeleta de la movilidad el 80-90% de las veces de un ciudadano europeo medio. ¿Y para lo demás? Pues existe la figura del alquiler, para cubrir ese 10-20% sin el sobrecoste que supone, solo cuando nos haga falta.

Empresas de alquiler de coches

La alternativa del alquiler

Por ejemplo, podemos llegar a la conclusión de que para nuestra vida diaria nos vale con un coche de tamaño compacto (no más de 4,5 metros de largo), 300 litros de maletero y 100 CV de potencia. Para irnos de vacaciones, haciéndolo con antelación, podemos llevarnos un coche más grande, potente o lujoso y puede que a buen precio.

Cuando se contemplan todos los costes que implica tener un vehículo, las cuentas pueden salir. Un fin de semana con un deportivo puede costar tranquilamente 300 euros, ¿pero acaso mantener ese coche todo el año es mucho más barato? Pues depende del uso que se le de. Nos tenemos que ir cambiando el chip.

Soy el primero que admite que a veces no tiene precio tener un coche más grande, o más potente, o más lujoso. Pero cuando la economía no permite los excesos (y tener más coche del que necesitamos lo es) esas cosas hay que vigilarlas. El alquiler va a ir en auge en los próximos años, es la nueva mentalidad.

Peugeot Mu

En esa nueva mentalidad también tendrá que cambiar eso de tratar peor lo que no es nuestro, porque si no siempre vamos a pagar un poco más para reparar las acciones de gente poco respetuosa con los bienes ajenos. Si los coches de alquiler pudiesen hablar… pero poco les falta, las centralitas guardan mucha información comprometedora de su mal uso.

De acuerdo, pedir semejante cambio de mentalidad es algo que llevará tiempo, pero hay que irse acostumbrando a la idea de que hay ciertas cosas que no se necesitan de forma continuada sino esporádica, es una clave del ahorro inteligente. Lo que ahora parece utópico ya empieza a funcionar en Europa.

Por ejemplo, tenemos el sistema Peugeot Mu, un alquiler a corto plazo que nos permite utilizar distintos vehículos según queramos, a precios competitivos. Otras marcas ya piensan en sistemas equivalentes para hacer la competencia, es un negocio en el que todos acaban ganando, cliente incluido.

Fotografía | RBerteig (II), alberth2 (III)

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