Mckiwen se encargó de explicarnos todo sobre el BMW i3 2013, pero tras su presentación, nuevos detalles relativos a la conectividad del vehículo eléctrico bávaro salen a la luz. Se mantienen los comentados hace tres días. Se mantienen, se amplían y se vuelve a dar un toque de atención a los que aún no tienen claro qué nos depara el futuro, el coche aspira a ser un robot que interactúe con el usuario y sirva a sus intenciones.
La conectividad 3G del BMW i3 y el cálculo de datos en la nube quiere llevar un paso más allá los servicios de un sistema de navegación, no sólo intentando ofrecer la información de forma más precisa y rápida, también gestionando su consumo estableciendo rutas con puestos de recarga o cediendo todos los poderes de su control al toque de una pantalla de nuestro smartphone.
Hablábamos el otro día de la posibilidad de crear una ruta en la que también suponga una alternativa el uso del transporte público y el camino a pie, viajar del punto A al punto B sin que tengas que preocuparte de el trayecto que espera del aparcamiento a tu lugar de destino.
No se quedará ahí la cosa, también ofreciendo el camino de vuelta al coche mientras introducimos desde el smartphone nuestro nuevo destino para cuando estemos montados en él, y la opción de activar el aire acondicionado para que el vehículo no sea un horno cuando alcancemos sus puertas.
Una vez retomado el camino la seguridad actuará tanto si viajamos por autopistas como si lo hacemos en ciudad, en ambos casos el control de crucero podrá frenar el vehículo al completo y luego reanudar la marcha, no habrá que preocuparse tampoco del freno, el acelerador o el volante si nos metemos en un atasco, aunque en este último caso, pese a haberse mostrado en vídeo en alguna ocasión, sigue siendo algo con lo que toca esperar para conocer su potencial pero, sobre todo, su fiabilidad.
Las posibles multas por exceso de velocidad que nos puedan caer por el camino las evitaremos con otra de esas funcionalidades que, aunque llevan un tiempo paseando por los prototipos del sector y los modelos de producción empiezan a abrazar su potencial, aún no sabemos cómo no se ha convertido en estándar.
Me refiero a la información registrada al pasar por las señales de límite de velocidad, que se quedarán registradas en la consola para que en todo momento sepamos en qué momento toca levantar el pie mientras conducimos por esa vía. La excusa del despiste deja de tener una base sobre la que sostenerse.
Al llegar a casa, lo esperado tras los últimos avances en los sistemas de aparcamiento, tampoco nuevos pero evolucionados para adaptarse a eventos más automatizados. Como en el caso de los atascos, acelerador, freno y volante pasan a ser trabajo del vehículo y sus sistemas de medición.
Guste más o menos parece el futuro que nos ha tocado vivir, y aunque las voces que claman sobre el control pierden fuerza al ofrecerse la alternativa manual, es de recibo reconocer que estos sistemas van a ayudar a muchísimos conductores. Lo harán en el futuro, eso sí, por ahora la inversión no está a la altura de tantos.
Vía | Creen Car Reports