En 1922, el Loryc Speedster conseguía el tercer puesto en Le Mans y lograba realizar la vuelta más rápida en su categoría. Esta deportiva caja de sardinas venía con denominación de origen patria, en concreto, de Mallorca. Sólo dos años antes la compañía era fundada en la isla por un grupo de ingenieros y especialistas en automoción de la época que perseguía, entre otras cosas, el desarrollo de un modelo más ligero para los tiempos que vivían.
Tras esa primera y breve aventura del fabricante español, que terminó sucumbiendo a la competencia que llegó del Norte, la casa Loryc vuelve a renacer para producir un modelo que resucitará con un motor eléctrico como corazón.
93 años después de que el fabricante iniciase su andadura, y 82 desde que Loryc se extinguiera definitivamente, Charly Bosch, un empresario alemán, se hizo con una de los pocos modelos que seguían pululando por la isla. Parece que el romance entre el señor Bosch y Loryc no ha tardado en materializarse, y ha traído al mundo un no tan novedoso concepto de coche eléctrico.
En realidad, debemos decir dos, porque la nueva Loryc fabricará en exclusiva y de forma limitada dos modelos, el Loryc Electric Speedster y el Loryc Electric Pickup. Manteniendo su diseño antológico a modo de homenaje, montará un motor de 20 CV que permitirá alcanzar los 80 km/h de velocidad máxima. Según el fabricante, tendrá una autonomía aproximada de 125 kilómetros.
Medirá 3,39 metros de largo y su peso estará en torno a los 550 kilogramos. Eso sí, a su espíritu clásico se han incorporado componentes actuales para permitir disfrutar de los años 20 con la seguridad que aporta un sistema de frenos y suspensión actual.En cualquier caso, se ha intentado mantener el espíritu Loryc en el máximo de elementos posible, como los indicadores del coche, que seguirán siendo analógicos.
La presentación del modelo está prevista para la próxima primavera en, como no podría ser de otra manera, Mallorca, igual que su fabricación, que se hará a razón de 30 unidades mensuales. El fabricante ha firmado además un acuerdo con algunos hoteles insulares que permitirá a sus clientes probar los modelos de forma gratuita. Los que sientan suficiente nostalgia como para realizar el desembolso, tendrán que ir preparando 45.000 euros.
Vía | Loryc
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