Con la llegada de las bicicletas eléctricas como alternativa de transporte urbano, la excusa de "no voy en bicicleta al trabajo porque llego sudando" ha de extinguirse. Nosotros, para colaborar con esto, hemos probado esta primavera otra bicicleta eléctrica plegable pensada para moverse por la ciudad: la Legend Monza.
Como ya hemos hecho en alguna otra ocasión, no nos hemos limitado a dar un paseo de media hora por una gran urbe, sino que hemos querido exprimir sus límites a base de bien. Por eso, aparte de descubrir su rendimiento sorteando el tráfico de Madrid, la hemos llevado a nuestro terreno de experimentación para comprobar qué era capaz de darnos mientras aniquilábamos su batería, es decir, lo que formalmente llamamos prueba de resistencia.
Para esto último hemos vuelto a tomar un GPS-pulsómetro como juez, pero vamos por partes relatando este encuentro entre la Legend Monza y este redactor. Sabíamos sobre el motor HUB montado en la rueda trasera, un clásico de 250 W, y su batería de iones de litio LIFEPO4 de 36 V y 8 Ah, capaz de una vida de 1.500 ciclos. La autonomía anunciada por el fabricante varía entre los 40 y 60 kilómetros.
Esta ha quedado demostrada y de sobra si recopilamos toda la serie de citas que sirvieron para conocernos por las calles de Madrid y alguna que otra ciudad. El uso de la Monza en una jungla de semáforos y coches de combustión interna es bien diferente, y nos ha permitido poner a prueba la versatilidad de su motor y componentes.
Tras sacarla del maletero del coche y desplegarla (en unos párrafos os hablaré de esta propiedad), la primera sorpresa que nos llevamos, en este caso agradable, es comprobar que su arrancada es más poderosa de lo que nos podríamos esperar. Comenzamos sabiendo que nos presenta cinco modos de asistencia, y que claro, no podemos esperar ni dos segundos para comprobar cuán veloces podemos iniciar la marcha con la asistencia al máximo.
Entendiendo el corazón de la Monza
Para tal tarea nos valemos de un monitor LCD que nos permite controlar la asistencia y alguna que otra función, como encender la luz LED trasera y delantera, una prestación que aunque parezca convencional, es superior al de otras e-bikes del mercado y que se nos antoja más que necesario para una bicicleta eléctrica de esta década, y más para un obsesionado de los datos.
Aunque parezcan detalles sin importancia, tres serán los parámetros que nos otorga este LCD que serán fundamentales en nuestro día a día gestionando la asistencia. Por una parte, el nivel energético que la asistencia nos aporta. Este se nos comunica a través de un "vúmetro" fragmentado en 12 niveles que se visualizamos en la esquina superior izquierda del display. Es decir, que cuánto menos fuerza ejerzamos, a un nivel constante de asistencia, más se tendrá que emplearse el motor, y se nos comunicará gráficamente a través de este indicador.
Por otra parte, están el nivel de batería, dividido gráficamente en 6 módulos que irán parpadeando y extinguiéndose con el paso de los kilómetros; y los mencionados 5 niveles de asistencia. Además, contamos con información sobre nuestra velocidad, o distancia de la ruta.
En nuestra prueba, pronto somos capaces de manejarnos con el display y nos fijamos algo más en la buena manejabilidad de la plegable, gracias en gran medida a su diseño con la batería integrada en su cuadro. Por cierto, hay que decir que no cuenta con ningún sistema de suspensión, algo que sinceramente no hemos echado de menos en ningún momento en nuestras jornadas urbanas (algo que puede que cambie más adelante).
Probamos los diferentes modos de asistencia. No es necesario una gran forma ciclista para poder alcanzar los 20 km/h en su nivel intermedio de asistencia. Es decir, que podemos sin mucho esfuerzo transitar a una media constante sin secar nuestra autonomía. Ahora bien, para ir abriendo boca de lo que será la segunda y más salvaje de esta parte de esta prueba, no podemos resistirnos a activar brevemente nuestro dudosamente cívico modo extreme urban cycling.
Claro está que con una plegable de ruedas de 20'' la emoción no va a ser mayúscula, pero sí sondearemos algo sus límites en ciudad, con una fuerte arrancada tras paradas en semáforos o Stops (sí, el extreme urban cycling incluye respetar la normativa de tráfico), aprovechando esa inmediatez energética de la motorización eléctrica, superando los 25 km/h gracias a la alianza muscular/eléctrica, y con detalles agradables, como el comprobar que no hay casi peligro de roce entre pedal y pavimiento en giros en los que tumbamos ligeramente la máquina.
Eso sí, no todo es de color de rosa. Pese a que no parece necesario tocar demasiado su cambio, Shimano Tourney de 6 velocidades, cuando lo hacemos la respuesta no es tan satisfactoria. Tenemos dificultades para sintonizar con precisión nuestro juego entre dedo y piñones, un detalle que puede ser mejorable.
Una vez que nos hemos cansado de respirar óxidos de nitrógeno dar vueltas por la ciudad, es momento de regresar. Paramos para observar los detalles que tienen que ver más con nuestra comodidad, como los diferentes cierres para ajustar el manillar, su portabultos, pata de cabra bastante estable, o su sistema de pliegue con cerrojo, para evitar, por ejemplo, que si la candamos y abandonamos, los ladrones de litio no nos dejen sin batería.
Mañana será otro (duro) día
No tenemos problemas para plegarla (es bastante sencillo), y alojarla en el maletero del coche. En la foto podéis observar el espacio utilizado. Para levantar sus 19,5 kg nos ayudamos de un útil detalle de diseño, un asa que sobresale de su cuadro, pegada a la tija.
Sí, sé que nos hemos dejado bastantes características. ¿Qué pasa con sus frenos, por ejemplo? ¿Es suficiente el sistema V Brake? Mientras la dejamos cargando pensamos en la segunda parte que promete convertirse en un clásico de nuestras pruebas, y que dará cuenta de la resistencia, autonomía, rendimiento en pendiente, y sobre todo, que ritmo cardíaco nos exigirá comparado con una bici sin asistencia. De ahí esperamos ser capaces de ayudaros a dilucidar la adecuación de su precio de 1.149 euros.
Continuará...
Ya está disponible la segunda parte de esta prueba.