Aunque a ojos de los medios tradicionales las impresoras 3D no gozan de demasiada popularidad, basta con navegar un poco por internet para darse cuenta del potencial que está teniendo este nuevo invento para casi todos los ámbitos. Hoy hablamos de uno de ellos centrándonos en la creación de una bicicleta personalizada gracias a este método.
La idea del diseñador Ralf Holleis para la creación de la bicicleta VRZ es muy simple, aprovechando tubos de fibra de carbono para el marco de la bici y uniones de titanio nacidas de este tipo de impresoras con corte láser para crear una bicicleta completamente personalizada y muy ligera, apenas 4,9 kg.
Gracias a esas conexiones lo que se consigue es que la bicicleta tenga los ángulos completamente adaptados a cada tipo de usuario, algo que de otra forma se convertiría en un tremendo dolor de cabeza o una gran cantidad de dinero para el que se plantee crear su propia bicicleta.
Por supuesto tampoco es algo que esté al alcance de todo hijo de vecino, pero sí ayuda a imaginar un futuro en el que no tengamos que depender de los diseños y características propuestas por las marcas, pudiendo optar nosotros al modelo que más nos convenga por un precio que ni de lejos equivale al de ir a una tienda y pedir que nos construyan una bicicleta desde cero.
Vía | Treehugger En Motorpasión Futuro | La construcción de vehículos con impresoras 3D sigue creciendo
