Una de las preocupaciones que tiene un conductor que considera la posibilidad de comprarse un coche eléctrico, es la vida útil real que tendrán las baterías del mismo, pues por el momento todavía son un componente caro, pero vital, pues cuanto mejor se conserven, menos autonomía se perderá, y si hay que cambiarlas supondrán una cantidad importante de dinero (hasta la tercera parte del coste del coche).
Se sabe que el calor deteriora la vida útil de las baterías, y por eso todas la baterías de coches eléctricos o híbridos tienen que llevar un sistema de refrigeración. En algunos sistemas se recurre al aire forzado, en sistemas algo más complejos se recurre a la refrigeración por líquido, o incluso a una refrigeración combinada.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por Pike Research, la temperatura óptima de funcionamiento para las baterías de iones de litio es entre -10 y 30 grados centígrados. Las temperaturas bajas no afectan tanto a la vida útil, sino a la potencia real disponible que puede entregar la batería, y provocan que la autonomía se reduzca.
Atención a la temperatura ambiente
Lo realmente peligroso para la vida útil de las baterías son las altas temperaturas. Cuanto más calor sufran peor. Tanto Pike Research como la Oficina de Eficiencia Energética y Energías Renovables del Departamento de Energía de los EE.UU. (EERE) llegan a las mismas conclusiones.
Cuanto mayor sea la temperatura de trabajo, mayor y más rápida es la pérdida de capacidad de almacenamiento de las baterías.
La temperatura de funcionamiento se ve afectada por supuesto por la temperatura ambiente. Con una diferencia de 10ºC más en la temperatura ambiente, a los diez años de vida las mismas baterías puede tener seis puntos menos de capacidad de carga (sobre 100).
Atención a la refrigeración de las baterías
Pero también se ve afectada por el sistema de refrigeración elegido para las baterías. Desde luego hay que huir de vehículos eléctricos que no tengan ningún tipo de refrigeración. La refrigeración por líquido saca ventaja a la refrigeración por aire.
A los diez años, unas baterías de iones de litio refrigeradas por líquido conservarán casi cinco puntos más de capacidad de carga (sobre 100) que las mismas baterías refrigeradas por aire.
Por cierto, como muy probablemente sabréis, no se debe abusar de la recarga rápida, pues recargar así muy a menudo las baterías de los vehículos eléctricos reduce su vida útil. Esto es debido a que al recargar a potencias eléctricas muy elevadas, por ejemplo los 50 kW del sistema CHAdeMO, por poner un ejemplo, se genera mucho calor y las baterías se sobrecalientan.
Y claro, si esto se hace todos los días, las baterías notarán más rápido una pérdida de capacidad de almacenamiento. De todos modos los fabricantes suelen tener en cuenta esto, para que el sistema de control de carga de las baterías reduzca un poco la potencia de la recarga según la temperatura de las baterías, para protegerlas.
Así que ya sabéis, si tenéis pensado comprar un coche eléctrico preguntad por el sistema de refrigeración de las baterías, y durante el uso del coche recargad siempre que podáis en recarga lenta, la recarga normal a unos 3,6 kW en un enchufe de 16 A, que además la podéis hacer durante la noche aprovechando la tarifa supervalle, más económica.
Y si no queréis preocuparos tanto por su vida útil, puede que no sea mala opción considerar el alquiler de las mismas, en lugar de la compra, y que cuando las baterías se deterioren, normalmente el contrato suele indicar que su capacidad de carga baje hasta el 75%, la marca las sustituya sin coste.
Vía | Plug-in Cars
En Motorpasión Futuro | Consejos para extender la vida de nuestras baterías