En estos tiempos convulsos que rodean a la industria de la automoción nos preguntamos cuándo y a qué ritmo la movilidad eléctrica llegará a nuestras calles. En ese proceso que muchos se empeñan en adelantar, y otros tantos en retrasar, el tipo de motorización eléctrica importa. En ese sentido, hemos sabido que el deportivo eléctrico BMW i8 no va a dar el salto hacia una motorización 100%, al menos en su próxima generación.
Pese a que BMW se considera como uno de los fabricantes que ha tratado de adelantar con más ahínco un nuevo concepto de movilidad con la serie i, lo cierto es que el próximo BMW i8 seguirá la misma línea de deportividad que conocemos, y en ese aspecto, el fabricante dice que la masa que añaden las baterías de un eléctrico puro jugaría en su contra.
En BMW no están dispuestos a aumentar la masa del vehículo con el objetivo de obtener una cifra de autonomía eléctrica más atractiva (y/o imitar a Tesla Motors), de lo contrario entienden que sería un ejercicio de diseño sin sentido. En su lugar, van a mantener la cifra que Samsung, su proveedor, pueda ofrecerles y seguirá atacando a la masa del vehículo para reducirla.
Vía | Jalopnik
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