La localidad madrileña ha inaugurado hoy su primer punto de recarga, situado en el Jardín Botánico Juan Carlos I. De paso, es la primera electrolinera fotovoltaica (fotolinera) de nuestro país, obra de la empresa Sendekia Solar (SDK). Tiene capacidad para cuatro vehículos y cinco bicicletas eléctricas.
La instalación tiene 15 paneles fotovoltaicos, suficientes para recargar los citados vehículos, y el excedente se usa para el suministro del edificio de Oficinas y Servicios del Jardín Botánico. Durante al menos un año, el punto de recarga será libre y gratuito, aunque precisa de una tarjeta especial para que funcione.
Funciona con recarga lenta (seis a ocho horas) o con recarga rápida, una vez se decida cuál será el estándar europeo de trifásica. Se utilizará para los vehículos de mantenimiento del jardín del Botánico (a partir del 1 de enero) y de la propia Universidad de Alcalá de Henares.
La empresa SDK ofrece tres tipos de fotolineras: básica, con gestión de compra/venta de energía, y con un banco de baterías para ser autónoma incluso de noche. Esta es del segundo tipo, permitiría tanto la recarga de nuestro coche como vender parte de la energía de las baterías si andamos muy mal de euros.
Una vez más, comprobamos que la movilidad sin emisiones no es ninguna pantomima, basta con que la generación de electricidad provenga de fuentes totalmente renovables. Esta fotolinera funciona solo de día, pero con unos acumuladores especiales, también podría funcionar de noche, utilizando el excedente acumulado durante el día.
Las renovables tienen mucho potencial, pero no son muy constantes. De hecho, el pasado domingo el 59,6% de toda la energía consumida en España fue eólica debido al viento que hubo, un récord histórico. Lo malo del viento y del Sol, es que no siempre están ahí. De hecho, la eólica puede llegar a ser el 1% de la demanda, es muchísima diferencia.
