Ford llevaba tiempo apuntando que incrementaría la oferta de modelos con tecnología Start-Stop. Esta semana finalmente se ha conocido el dato que baraja el fabricante como objetivo para el año 2017: pretende que al menos el 70% de sus modelos cuenten con este sistema.
Como ya os hemos contado, el Start-Stop permite detener la actividad del motor de combustión de un vehículo, y por tanto, reducir el consumo de combustible, gracias a una tecnología que acumula energía para alimentar los sistemas auxiliares en esos momentos de parada o de circulación por debajo de los 10 km/h. Ford calcula que esta vía aumentará la eficiencia de sus modelos en un 3,5%.
Sin duda, este último dato es muy variable y heterogéneo, ya que depende en gran medida de las rutinas del conductor. Como os lógico, beneficia al tránsito urbano. En esa línea, el fabricante ha arrojado también una cifra de posible aumento máximo de la eficiencia, que se sitúa en torno al 10%.
Que Ford haya buscado este como el momento idóneo para aplicar de forma masiva el Start-Stop se debe principalmente a una cuestión de costes. Según el fabricante, su implantación actual es sencilla y asequible. El Ford Fiesta 2014 ya traerá de serie esta eficiente prestación.
No obstante, todavía no se han desvelado muchos más modelos en concreto, ni el orden, en el que se irá aplicando de aquí a 2017. En cualquier caso, el impulso de Ford promete incrementar la modesta cifra de 8 millones de vehículos con Start-Stop que se auguraban en EEUU para ese mismo año.
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