La mayoría de fabricantes de coches eléctricos poseen programas específicos de reciclado para las baterías de sus modelos una vez agotan su vida útil. Os hemos hablado de los casos de Honda, General Motors o de Toyota, pero no son los únicos, Nissan y Tesla Motors también poseen este tipo de iniciativas. Ahora BMW hará lo propio para extender las aplicaciones de las batería de sus eléctricos una vez que no sirvan más para lo que fueron creadas.
En colaboración con Bosch y la compañía Vattenfall en un programa que lleva por nombre Second life Batteries Alliance (Alianza para una segunda vida de las baterías). El segundo uso que se ha buscado para las baterías de la gama Active E, del BMW i3 y del BMW i8 para sistemas estabilizadores y fuera de red a lo largo y ancho del globo.
Ese es el objetivo final de esa unión entre compañías, pero antes, todas las baterías irán a parar a Hamburgo, en Alemania, donde servirán de apoyo de almacenamiento energético para el sistema eléctrico alemán. Su funcionamiento consistirá esencialmente en aliviar la red almacenando energía proveniente de la propia red o de fuentes de energía alternativa en los períodos en los que la demanda no es tan intensa para poder aprovecharla una vez que esta se incremente.
Los ingenieros de Bosch contabilizan que las baterías provenientes de 100 eléctricos de BMW permitirá un almacenamiento energético de 2 MWh. Bosch ha desarrollado además un algoritmo de gestión energética para asegurar la conservación de las baterías en conjunto con el sistema.
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