California continúa con sus esfuerzos para aumentar la electrificación de su parque móvil y el desarrollo de su incipiente industria de coches eléctricos. Si hace unos días Josep nos comentaba que Tesla recibía apoyo económico del gobierno de California para producir el Model X, ahora la noticia es el programa de taxi eléctrico en la bahía de San Francisco.
El programa de taxi eléctrico requiere de la instalación de 2 estaciones de cambio de baterías más seis coches eléctricos con la posibilidad de utilizar dicha tecnología. Aquí es donde viene el mayor interrogante. Hasta el momento, Renault era el único fabricante con una alianza estratégica con Better Place; pero Renault no distribuye sus modelos eléctricos en el mercado norteamericano, por tanto, la puerta quedaba abierta a otros modelos.
Y ahí es donde Coda Automotive ha visto posibilidades de negocio. El pequeño fabricante californiano de eléctricos se ha sumado al programa, y serán los encargados de suministrar dichos vehículos que puedan intercambiar baterías. Dado el tamaño del encargo (6 coches para uso demostrativo) estos pueden fabricarse ex profeso para dicho encargo.
Pero esto puede unirse junto al acuerdo que Coda tiene con la china Great Wall para fabricar coches eléctricos de bajo coste, distribuyéndolos al mundo entero. De esta forma, las estaciones de Better Place podrían dar asistencia a más modelos que simplemente el Renault Fluence ZE, incrementando sustancialmente la oferta de modelos que sus estaciones admiten.
Además, si Better Place quiere instalarse en Estados Unidos, necesita de un vehículo que esté homologado en dicho mercado y que sea compatible con su sistema de cambio de baterías. Renault hasta el momento no ha mencionado nada de extender las ventas de sus modelos eléctricos a mercados donde ni siquiera están presentes sus modelos de combustión. Jugando además contra el desconocimiento, o malas memorias de tiempos pasados, de los consumidores.
En cambio, Coda Automotive, a pesar de su pequeño tamaño como fabricante, ya dispone de una factoría en California, y sus modelos están homologados para circular por Estados Unidos sin restricciones. Y si sumamos que Coda es un fabricante norteamericano, a pesar de querer llevarse la producción fuera, la cosa está a su favor.
Porque, a día de hoy, si queremos realizar viajes en un coche eléctrico podemos recurrir a dos tecnologías, recargas rápidas o cambiar las baterías. Los sistemas de recarga rápida son más universales, pero requieren de grandes potencias eléctricas, y no serían viables si todo el mundo abusase de ellas por los picos de generación eléctrica.
En cambio si se utiliza masivamente el cambio de baterías, éstas podrían ser cargadas mediante recarga lenta, incluso ayudándose por paneles solares o aerogeneradores instalados en las propias estaciones de recarga, haciendo el proceso aún más limpio.
Fuente | Long Tail Pipe
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