Blackbird es un prototipo de “coche” eólico, que Rick Cavallaro y su equipo llevan desarrollando desde el año 2009, estableciendo una primera marca en el año 2010. Cavallaro es un ingeniero que ha trabajado en la industria aeroespacial durante varios años y siente pasión por la aviación y la aerodinámica.
Hace unos días pusieron a prueba el renovado Blackbird en el aeródromo de Nuevo Jerusalén, en California, y marcaron un nuevo récord, a sotavento (contra el viento) este coche alcanzó una velocidad 2,01 veces superior a la del viento. A barlovento (a favor del viento) alcanzó una velocidad 2,86 veces superior a la del viento en el 2010.
El Blackbird es una especie de coche, muy ligero, aerodinámico y básico, de tres estrechísimas ruedas y una sola plaza, provisto de una hélice de dos palas que gira con el viento. El funcionamiento es muy similar al de un velero, solo que es un “coche” y en lugar de velas son los álabes de la hélice los que recogen el viento, que es quien impulsa al vehículo.
Para poder avanzar contra el viento más rápido que él, es vital que los rozamientos del viento con el vehículo y del vehículo con el suelo, sean mínimos, y lograr un diseño óptimo de la hélice. Aún así no es posible superar cierto límite de velocidad que impone la física.
No es una máquina de movimiento perpétuo, y además depende totalmente del viento, tarda en acelerar, y según sople más o menos viento, podrá alcanzar más o menos velocidad. Y por supuesto si no hay viento, aquello que los navegantes españoles llaman calma chicha, entonces el coche no se mueve.
Ahora lo que hace falta es que algún organismo independiente certifique que en efecto corre tanto como dice.
Vía | Autoblog Green
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