En 2007 el único Shelby Cobra 427 Super Snake que queda vivo se subastó por 5,5 millones de dólares. Y ahora este exclusivo ejemplar busca de nuevo dueño a golpe de mazo: Barrett-Jackson lo vuelve a poner a disposición del mejor postor en su subasta de Scottsdale, que se celebra esta semana y hasta el sábado 27 de marzo.
Solo dos Shelby Cobra 427 Super Snake nacieron en la década de los 60 tomando como base al Shelby 427 Competition Roadster, un coche de carreras que ya de por sí fue bastante limitado: únicamente 23 unidades vieron la luz. Pero esta pareja sufrió varias modificaciones con las que se ganaron la homologación para circular por carretera.
Uno de ellos, con chasis CSX3303, terminó destrozado tras un accidente en un acantilado en la costa del Pacífico, convirtiendo a nuestro ahora protagonista en el único Cobra 427 Super Snake que sigue respirando. Su precio no se anuncia, pero se espera que como mínimo alcanzará la cifra de las dos últimas subastas. Si es que no la supera...
Con más de 800 CV y capaz de hacer el 0-96 en 3,0 segundos
Con chasis CSX3015 este Shelby Cobra 427 Super Snake, junto a su gemelo CSX3303 destinado al cómico Bill Cosby, pasó por las dependencias Shelby American en 1966. Allí recibió una serie de cambios para que el mismísimo Carroll Shelby pudiera disfrutar a sus mandos más allá del circuito. Y es que precisamente fue Shelby su primer propietario.
Así, se incorporaron elementos como los paragolpes, el parabrisas o silenciadores, aunque respecto al 427 Competition se conservaron muchos de los componentes originales como la zaga, los frenos o los colectores.
El apellido Super Snake distingue a este ejemplar de los Shelby 427 Cobra convencionales, incluso de los tan convencionales como los FAM de los que solo dos unidades vieron la luz.
Esta denominación se materializa entre otras cosas en su propulsor, que es también V8, pero de 8.0 litros y potenciado gracias a dos sobrealimentadores Twin Paxton Superchargers, que elevan su entrega hasta los 811 CV y 626 Nm de par directos al eje trasero.
Además, también se incorporó una nueva caja de cambios, pues la manual de cuatro relaciones no soportaba semejante inyección de potencia, así que el bueno de Shelby lo dotó de una transmisión automática de tres velocidades.
Con estos ingredientes, y sumado a un peso de poco más de 1.150 kg, el Cobra 427 Super Snake es capaz de firmar el 0-96 km/h en 3,0 segundos, lo que para un coche de la época era una cifra prácticamente extraterrestre. En cuanto a su velocidad máxima supera los 300 km/h.
Esta única unidad del Shelby Cobra 427 Super Snake mantiene la carrocería original, con el capó específico Super Snake en aluminio, además de que va pintada en la misma tonalidad azul Guardsman Blue que tenía cuando salió de los cuarteles de Shelby American.
A lo largo de su vida ha tenido varios propietarios, empezando por Carroll Shelby que se lo vendió al cantautor y compositor Jimmy Webb en 1970. Tras pasar por varias manos, en 2007 se hizo con sus servicios Ron Pratte, un conocido coleccionista de joyas sobre ruedas y habitual de las subastas de Barrett-Jackson. Pratte pagó los mencionados 5,5 millones de dólares, aunque lo vendió posteriormente en 2015 por 5,1 millones de dólares.
Su actual dueño vuelve a ponerlo a disposición del mejor postor y, dado que se encuentra en un estado excelente, es de esperar que alcance de nuevo una cifra astronómica.
Fotos: Barrett-Jackson.
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