Encontrarte por casualidad con un coche clásico, o un montón de coches clásicos, es algo que más o menos todos esperamos que nos pasé cuando vamos por un pueblo alejado de las grandes urbes y que no conocemos. El sueño es toparnos con un barn find.
En el caso del Garage A. Gilbert, antiguo concesionario Lada al sur de Mâcon (Francia), no son coches clásicos al uso, ni tampoco están escondidos. Están a la vista de todos, pero es como si toda actividad humana hubiese huido ante un terrible acontecimiento. El local y los coches siguen ahí, tal y como los dejaron hace quizá una década, oxidándose y esperando que alguien los rescate o ponga fin a su miserable existencia.
En el patio del antiguo concesionario: decenas y decenas de Lada Samara de toda clase (se ve un cabrio y un modelo con lo peor del tuning de principio de siglo), unos cuantos Niva y unos cuantos Lada 112 (o 2112, según los mercados) más recientes (incluso hay uno en el escaparate).
Obviamente, el taller ya no funciona como concesionario oficial Lada, ya que la marca rusa dejó de venderse en Francia en 2008. Sin embargo, oficialmente sigue funcionando como simple taller y compra-venta en esa región rural.
Claro, que si el taller no pasa precisamente por su mejor momento después de 41 años de actividad y tomas las fotos un sábado cuando no hay nadie, como el autor de estas fotos, da la sensación de estar abandonado.
Eso sí, como taller tiene una cierta predilección por los Lada... Curiosamente, en las fotos también se aprecian un Mazda 323 de los años 80 y un Mazda RX7 de primera generación. ¿Y si ese fuese el verdadero barn find, escondido entre tanto óxido?
Fotos | Ilia Karasev