Rudi Klein fue un inmigrante alemán que montó un desguace en Los Ángeles, California, Estados Unidos, en los años 60. El negocio se especializó en vender piezas de coches de lujo y Klein tuvo la oportunidad de comprar algunos de los modelos más especiales de la historia.
Klein murió en el año 2001 y su familia siempre ha mantenido en secreto los coches que formaban parte de su colección, aunque se especulaba con que podía tener modelos que estaban en paradero desconocido desde hace décadas. Ahora, esa colección sale a subasta.
Muchos de los coches de la colección de Klein están en condiciones lamentables
A finales de los años 50, Rudi Klein llegó como inmigrante a Estados Unidos desde Alemania. Se estableció en California y comenzó a trabajar como carnicero, pero unos años más tarde, en 1967, abrió su propio negocio: un desguace a las afueras de Los Ángeles.
Su negocio prosperó y Klein pudo disfrutar de su afición a los automóviles coleccionando todo tipo de modelos, la mayoría de ellos deportivos de marcas europeas, aunque nunca se supo qué coches tenía. Lo que sí estaba claro es que los guardaba en su desguace, pero nadie ha tocado la colección desde que Klein murió en el año 2001.
Han pasado más de 20 años desde entonces, tiempo suficiente para que los rumores y la incertidumbre convirtiesen a la colección de Klein en la más secreta del mundo. Se ha especulado con que Klein pudo hacerse con coches que se daban por perdidos, auténticas rarezas que forman parte de la historia del automóvil y que han estado en paradero desconocido durante décadas, pero el misterio se ha terminado porque la colección de Klein sale a subasta.
La casa RM Shoteby’s se encargará de subastarla y dará más detalles del lote dentro de unos días, pero ya ha publicado algunas fotos y detalles de lo que escondía Klein en su desguace y lo cierto es que la realidad supera cualquier rumor porque tenía joyas de primerísimo nivel.
Podríamos decir que se trata de un nuevo ‘barn find’ (hallazgo de granero), pero, realmente, los coches llevan en el mismo sitio muchos años. Simplemente no ha trascendido qué modelos se guardaban en ese desguace, si bien es cierto que, al igual que muchos hallazgos de granero, los coches no están en buenas condiciones. Y es una pena porque son algunos de los modelos más especiales de la historia y muchos tienen un valor realmente alto.
Entre los coches de la colección de Klein que se subastarán el próximo mes de octubre, hay uno de los Mercedes-Benz más raros de todos los tiempos: el Mercedes-Benz 500 K ‘Caracciola’ Special Coupé de 1935.
El 500 K es uno de los modelos más especiales que se fabricaron antes de la Segunda Guerra Mundial y las pocas unidades que hay tienen un valor altísimo, pero este en concreto vale todavía más porque es único.
Mercedes-Benz se lo regaló a Rudolf Caracciola en 1935. Caracciola era uno de los pilotos oficiales de la marca alemana, por lo que es como si ahora Mercedes le regala uno de sus coches más singulares, por ejemplo, el Mercedes-AMG One a Lewis Hamilton o George Russell.
Caracciola lo utilizó como coche personal durante varios años y antes de la Segunda Guerra Mundial, el coche acabó vendiéndose en un concesionario de París. Lo compró Benito Mussolini para su yerno, Galeazzo Ciano, que después fue mandado fusilar por el propio Mussolini.
El Mercedes-Benz 500 K permaneció a buen recaudo durante la guerra, en teoría, en Etiopía, cubierto por capas de lona y estiércol, hasta que un coleccionista de California lo compró en una subasta.
Cambió de manos un par de veces más, permaneciendo siempre en California, y otro coleccionista lo restauró en los años 60. En 1966 participó en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach y durante años participó en otros tantos concursos, de hecho, ganó el de Pebble Beach en 1978. Poco después lo compró Rudi Klein y nunca más se ha vuelto a ver en público, hasta ahora.
Es difícil estimar cuánto puede valer este Mercedes-Benz, pero podría convertirse en uno de los coches más caros de la historia. Claro, que algunos de los modelos que lo acompañan en el desguace de Klein y que también se subastarán dentro de unas semanas no se quedan atrás.
Uno de ellos es el Mercedes-Benz 300 SL ‘Alloy’ Gullwing de 1955, uno de los 29 “Alas de gaviota” con carrocería de aluminio que se fabricaron, más ligero y, por lo tanto, más rápido que el 300 SL con carrocería de acero.
El de Klein es el único de los 29 que se pintó de color negro y perteneció al piloto Ferrari Luigi Chinetti, tres veces ganador de las 24 Horas de Le Mans. Como este ejemplar no se ha visto desde hace décadas, es uno de los 300 SL más buscados por los coleccionistas.
También hay un Mercedes-Benz 300 SL Roadster de 1957, varios Lamborghini Miura y decenas de Porsche, entre los que destaca un raro 356 B 1600 ‘Twing-Grille’ Roadster by D’leteren de 1961.
Otro de los coches de Klein que se subastará es un Horch 855 Special Roadster de 1939. Perteneció a la novia (y en última instancia esposa) de Adolf Hitler, Eva Braun, y es el único 855 que sobrevive. También hay un Iso Grifo A3/L Spider Prototype by Bertone de 1967, el único Iso Grifo descapotable que se fabricó de forma oficial. Perteneció al productor de Hollywood Greg Garrison y lo acabó comprando Rudi Klein.
Imagen: Robin Adams, cortesía de RM Shoteby's.
