¿Te imaginas un concesionario que te ofrece probar un coche de la competencia antes de decidir? Pues es exactamente lo que propone éste irlandés de Škoda, que cuenta en su flota con un BMW Serie 5 para que sus clientes puedan comparar directamente entre su Škoda Superb y la más cara berlina alemana. Eso es tener confianza en su producto, desde luego.
Pilsen Auto, que así se llama el concesionario, sabe que existe una gran diferencia de precio entre ambos modelos, pero quiere que los clientes prueben de primera mano las diferencias entre los dos coches. De hecho, mientras el Superb es generalista, el Serie 5 es premium, y el precio difiere en unos 18.000 euros para las versiones básicas de ambos modelos.
¿Es una jugada demasiado arriesgada? ¿Son el mismo tipo de cliente los que se plantean un Superb o un Serie 5? De cualquier manera, nos gusta ver este tipo de iniciativas, que si bien en este caso es sólo la de un concesionario concreto, resulta de lo más interesante, sobre todo para el cliente que se acerque a ver el Superb y, de paso, compruebe cómo está la competencia alemana.
